Corebo Moreno Soria

Su padre falleció en la guerra, quedando huérfano a los 2 años. Recuerda que siendo un crío se asomaba por debajo de una valla a mirar las bombas que cayeron en el Pozuelo en febrero de 1937 y que estuvieron almacenadas en un solar hasta que se las llevaron a Albacete. Persona hecha a sí misma, que ha vivido toda su vida en el Pozuelo.

Fecha de la entrevista:  22/08/2022

Comarca: Llanos de Albacete
Municipio: Pozuelo
Provincia: Albacete
Pais: España
Año Nacimiento: 1935
Género: HOMBRE
Entrevistadora: Ester Pérez

P: Dígame su nombre y cuando nació

CMS:  Nací en el 35, el 16 de abril

P: ¿Cómo se llama usted? ¿Su nombre?

CMS: Corebo Moreno Soria

P: ¿Y dónde nació?

CMS: En casa mi madre (entre risas) allá en la plaza dónde vivo. Yo vivo un poco más para arriba, pero en la casa de mi madre.

P: ¿En el Pozuelo?

CMS: En el Pozuelo

P: ¿Ha vivido usted toda la vida aquí?

CMS: Toda la vida en el Pozuelo



P: ¿Cuántos hermanos eran?

CMS: Cuando murió mi padre, éramos una hermana y yo, vive en Albacete y a los catorce años, mi madre se volvió a juntar con otro hombre y tuvo otros dos, un hermano y una hermana más, o sea, que de madre cuatro y de padre dos.

P: ¿A qué se dedicaban sus padres?

CMS: ¿Mi padre? Con las mulas, entonces era mulero, cuando se lo llevaron a la guerra estaba de mulero. 

P: ¿Hasta qué edad estuvo usted viviendo en casa de sus padres?

CMS: ¿Con mi madre?

P: Sí, con su madre.

CMS: Pues hasta los 24 años,  que tuve el chiquillo primero. Tuve un chiquillo…

P: ¿Dónde conoció usted a su mujer?

CMS: Dónde vivo ahora. 30 metros de mi casa (entre risas). Y mi madre me estaba librando de la mili, y yo pues quería a mi mujer como es normal y mi madre ya como estaba con el nuevo marido y mi hermano y mi hermana, y yo ya era casi estorbo en la casa, ¡en fin! que tuve un chiquillo con mi mujer.
Yo me llevaba bien con un cura que había aquí donde yo estaba trabajando, y le digo: “don Gregorio me pasa esto”, dice: “no te apures”.
Si yo no me fuera de aquí los casaba ahora mismo, pero y si me voy luego a la mili, así es que sigue con tu mujer y tu hijo.

P: ¿Y Usted que recuerda? Cuando se fue, estuvo en el frente su padre.

CMS: De mi padre no me acuerdo de nada. Mi hermana si se acuerda que tenía cuatro años yo tenía dos, cuando se lo llevaron a la guerra tenía yo dos años. Y vino una vez por lo visto, decía mi madre que había venido una vez a vernos, pero se fue otra vez y ya no volvió. Lo mataron ahí por Teruel.

P: Usted no tiene recuerdos, pero ¿le habrán contado cosas de la guerra o cómo vivían?

CMS: Pues de la guerra contaban lo que había, que yo de chiquillo mi abuelo, tenía yo cuatro años cuando murió también, y de ese me tuve que ir a guardar ovejas y ya no me he quitado de trabajar hasta que me he jubilado, de seis años a trabajar hasta que me he jubilado, no me he perdido ni un día de trabajar en mi vida.

P: ¿Y qué nos puede contar usted del bombardeo que hubo el 19 de febrero de 1937? 

CMS: Del bombardeo pues le puedo contar que… Le voy a señalar tres extremos. (Señalando) Esa es la habitación dónde estábamos acostados mi madre, mi hermana y yo. Y aquí había un pozo, y aquí cayó la bomba. De la habitación a la cama había dos metros y de donde cayó la bomba al pozo no llegaba a uno, porque estuvimos viendo allí el agujero donde habían sacado la bomba y eso le puedo contar de las bombas.
Y allí en mi casa, estábamos acostados cuando cayó la bomba, estábamos acostados, un espejo que tenía mi madre grande, lo rajó por en medio, no hizo más daño que ese la bomba allí.

P: ¿Pero ustedes oyeron a la aviación?, ¿a los aviones los oyeron?

CMS:  No, yo no me acuerdo de eso, eran dos años, y estaba durmiendo, como un chiquillo, porque Antonio si se acuerda y mi hermanica también, le puedo contar eso.
Luego me acuerdo de las bombas porque era yo ya tenía 4 años, y aún estaban allí en una pared enfrente en el corral de Antonio “el Sol” que le decían al hombre, y estaba la bomba allí. Había de varios tamaños: había una (indicando el tamaño) así como costales, otra más baja y otra un poco mayor, no eran parejas las cinco o seis bombas que había allí.


P: En el pueblo, ¿por qué creen que bombardearon el Pozuelo?, ¿por qué tiraron las bombas?, ¿qué dice la gente del pueblo?, los que vivieron aquel episodio.

CMS: Comentaban, que creen que el aviador que iba tendría que ver algo en el Pozuelo, lo contaban, pero al no explotar…. Porque ya en Balazote querían cortar la carretera de Jaén, echaron tres o cuatro, pero no llegaron a cortarla. Y aquí, una en los cerros de la Losa, eso sí, hay un hoyo… que yo sabía donde estaba el hoyo, y allí hay tierra de todos los colores donde cayó la bomba.   

P: ¿Y cuándo la retiraron?

CMS: Pues yo me acuerdo de verla, y yo me acuerdo ya de ver las bombas allí en la pared porque les faltaba a las portadas una tabla por debajo y nos agachábamos. Los mayores no nos dejaban verlas, pero cuando se iban, íbamos nosotros con mi vecino (inaudible 05:38) que le decían, que ya murió, y nos agachamos y las vimos allí. Cuando se las llevaron, no lo sé yo cuando.

P: ¿De qué vivía la gente en el pueblo?

CMS: ¿Aquí? Pues a lo primero, si te cuento como vivián pues pasando calamidades. Yo pasé muchas. Yo hasta que tuve seis años que me fui a servir ya, me daban de comer, pero yo pasé hambre. Cuando murió mi abuelo ya a los dos o tres años, tenía que ir mi madre a fregar suelos, de rodillas, con un saco fregando suelos y le daban una miaja de pringue para hacer una miaja de rancho. Las costras que le quitaban a los perniles. Decían: “resta las costras que para una olla están buenas”. El pan lo daban a ración, unas barricas así (marcando el tamaño), e íbamos muchas veces y ya no había, ya la habían vendido o se la habían llevado otros. Mi madre tenía un hermano que estaba soltero y de vez en cuando le daba algo para que compráramos las barras, las barras porque yo la barra aquella me la comía en dos bocados. Y eso es lo que había aquí. Aquí la gente, la gente pobre ha padecido mucho aquí, pasaban mucho.

P: ¿Y hubo represalias después de la Guerra Civil?

CMS: ¿Qué?

P: ¿Qué si hubo represalias aquí después de la Guerra Civil?

CMS: ¡Ah! Pues no, porque aquí siempre ha sido como digo, los señoritos del pueblo han sido los que han mandado siempre, toda la vida de Dios han mandado los señoritos. Y por la guerra se hizo una miaja de revolución, porque unos cuantos se revelaron como el Padre Antonio que ha sido una bella persona y, aquí vinieron a por…a por los ricos vinieron, a matarlos, los piquetes que venían por ahí y los escondían para que aquí no tocaran a nadie, el Padre Antonio y otro Antonio que era de La Zarza: “aquí no hay que… aquí no hay nadie para matar, así que ya os podéis marchar”., y eso es lo que había. Pero luego, esos que le salvaron la vida, los metieron a todos a la cárcel. Esa es la represión que yo tengo, se habían portado muy bien con ellos y luego a la cárcel.

P: ¿Y que me puede contar aquí de la vida en el pueblo?, ¿usted fue a la escuela?


CMS: A la escuela fui dos meses con un maestro que vino aquí, de noche. Qué si hubiera estado aquí cuatro o cinco años y yendo todas las noches, yo no sé, porque yo la cabeza la he tenido muy buena… porque yo lo que he aprendido…Me compré una enciclopedia primera, luego me compré otra tercera, que he rodeado toda mi casa, casa mi madre por todos lados a ver si encontraba la enciclopedia y no la he podido encontrar. Y con aquella fue con lo que yo aprendí, porque yo leer, escribir, y las cuentas… las matemáticas a mi se me daban hechas, porque he hecho muchas cuentas, he estado veintiún allí en el surtidor y he tenido que hacer muchas cuentas, y a mí, o sea, lo que se me lo debo a mí.

P: ¿Y a qué se ha dedicado a lo largo de su vida?, ¿en qué ha trabajado?
 
CMS: Miré, de primeras estuve de pastor en la empresa, luego me quité de pastor y estuve once años de tractorista, con un tractor, cuando estaba en el tractor me vine al surtidor de la misma empresa y ahí me jubilé, y ya empecé a trabajar y ya tenía para darle de comer a…, de pastor.
Los muleros ganaban novecientas pesetas al mes con las mulas, yo ganaba quinientas pesetas.

P: ¿Al mes?

CMS: Al mes. Pero tenía dieciocho ovejas. Y el primer año vendí catorce corderos y le di a mi mujer catorce mil pesetas y salió loca perdida.
Me pagué los muebles que me costaron siete mil pesetas. Los muebles con cuna porque me hicieron una cuna también para el chiquillo y gracias a Dios, lo puedo contar que no me ha faltado un duro desde entonces.

P: Y compraron una casa también, claro.

CMS: Compré la casa donde vivo. Y luego al lado de donde vivo, compré un solar que me costó veinte mil duros, y un hermano mío que era albañil, y es, bueno ya se ha jubilado también, dice: “nene, aquí te sale una casica muy apañada si quieres”. Bueno empezamos con la casa, digo: “pero yo no tengo para terminarla, la casa”. Y tengo muchísimo que agradecerle al padre de Antonio, Andrés (emocionado) que tenía materiales y decía: “Corebo tu acaba la casa, por los materiales no te apures que yo sé que me vas a pagar”.  Y yo la hice la casa en tres veces, enfrente de donde vivo que vive un hijo mío allí. Y así a por la vida, me (inaudible: 11:06) dos casas buenas, trabajando. Mi mujer trabajaba como loca, tenía una gorrina de cría le tenía que hacer los gorrinos, yo de noche cuando venía les tenía que limpiar, la vida desde entonces.
Y así hemos ido ganando las cosas de la vida. Que no me han regalado nadie na, nadie. Ha sido mi trabajo todo. Y mis hijos, he criado cuatro hijos que son cuatro fincas.

P: ¿En su casa se hablaba de política?  

CMS: ¿En mi casa?

P: Sí

CMS: ¿Cómo iba a hablar de política si estaba mi madre, mi hermanica y yo y mi tío que estaba trabajando en La Losa con Mateo?, allí de política no se hablaba ná. El marido que se echó mi madre después. Allí de política no…
Aquí de política empezó ya cuando… cuando Suárez, fue cuando empezó la política a removerse hasta entonces aquí, nadie sabíamos de política de ná.

P: ¿Y qué supuso la llegada de la democracia?, ¿qué supuso de transformación del pueblo? La época de la transición. No se si a usted le gustaba la política, si ha participado activamente en ella alguna vez.

CMS: Había algunos viejos aún, que iba a durar poco la democracia. Cuando el golpe de estado de Tejero: “¿no os lo decía yo?, si esto no va a llegar a tanto”. Y no pasó ná. Para mi Suárez fue un político de los buenos que ha habido. Para mí. Y el hombre se tuvo que ir porque legalizó el Partido Comunista, no tuvo otra, ná más que salir tirando.

P: ¿Y usted aquí recuerda cómo se vivió la gente, como se hicieron, como participaron en las primeras elecciones democráticas se acuerda?, aquí en el pueblo, las primeras elecciones municipales.

CMS: Claro que me acuerdo, como no me voy a acordar. Pues nada, pues se presentaron los de siempre, pues ganaron.

P: ¿Quiénes eran los de siempre?

CMS: Ganó…, la primera…, ganó el centro que era Suárez, el alcalde que era muy amigo mío que le decían Ignacio, ganó él, las elecciones las ganó él y todo el mundo, como la gente estaba muy dolida aún, pues le votaron de los socialistas el 70% le votaron, porque sacaron muy pocos votos los de izquierda y era porque eso que tenía mucho miedo la gente aún, no se destacaba cada uno sus ideales que tenía. Porque luego cuando ya se presentó Felipe, el pueblo brotó otra vez porque era, o sea, éramos todos obreros y los obreros ya sabes, si defiendes, si no defiendes, que es lo que yo he dicho si yo no defiendo mi trabajo no me lo va a defender el que estoy trabajando con él.

CMS: Y había represalias porque estaba Franco, que venía a cazar aquí a La Losa. Cuanto miedo tendría, que había doscientas parejas de la Guardia Civil aquí en el pueblo, y entonces los echaban a que les dieran de comer a los más “cacaricos” , le echaran… un guardia para tal…, porque yo me acuerdo una vecina mía que no tenía familia y tenía que darle de comer al guardia y no tenía muchos bienes, vivía porque no tenía familia.
Y ahí estaban los guardias los pobres también pasando calamidades, porque pasaban. Toda la noche metidos en el cerro. El cerro lo tenían blindado para que no pasara nadie. Y cuando pasaba por aquí porque venía desde (inaudible 15:10) y pasaba, y el maestro, los maestros que había aquí a todos los chiquillos una bandera: “Franco, Franco, Franco”. Y yo no podía estar porque me tenía que ir con el ganado. Y por la tarde veníamos otro compañero mío y yo que éramos pastores los dos a ver, y lo veíamos pasar para arriba, porque pasaba para arriba, y había una pareja en la carretera y no nos dejaron pasar. Por tres o cuatro veces que vino la misma: “¿Dónde van ustedes?, a encerrar el ganado. No, no. Hasta que no pase Franco no pueden pasar”. Y yo le dije ya una vez al cabo: “¿pero que malicia tengo yo para hacerle nada a Franco?, usted cree que yo…,” dice: “lo comprendo muchacho, lo comprendo, pero las órdenes nuestras son esas”. Y que le vamos a hacer.

P: ¿Y qué recuerda usted de la vida del pueblo hace cuarenta años por ejemplo?, ¿se acuerda usted de los servicios que había aquí?, ¿había autobuses para ir a Albacete?, como estaban las calles…, como….

CMS: Las calles estaban malísimas. Un autobús había, iban hasta en la vaca iba la gente. Paraba el autobús hasta que cogían la vaca y se iban.
Y aquí pues la vida era todo el mundo trabajando cuando había trabajo porque había muchas veces que no había trabajo, que me acuerde yo que había en mi calle doce o catorce personas que trabajaban para la siega. En la finca de La Losa de don Mateo donde cazaba Franco, el esparto. Se tiraban ahí dos meses cogiendo esparto. Por lo demás algún jornal daban pero malamente.

P: ¿Ustedes iban a Albacete de vez en cuando?

CMS: Pff! Yo he ido a Albacete, si he ido alguna vez, ha sido de médicos. A otra cosa no he ido, no he ido a divertirme ninguna vez.

P: ¿Y cómo se divertían aquí en el pueblo?

CMS: Pues que había dos casinos: uno de los ricos y otro de los pobres, y hacían baile, y se iba alguna vez al casino de los ricos, los zagaluchos íbamos, y casi siempre se armaba alguna pelotera porque ellos querían estar solos, y ya a muchos se nos hinchaban y nos enfrentamos a ellos, pero teníamos que darnos por vencidos. Eso ocurrió aquí varias veces, varias. Pero mira de todo aquello no queda nadie, de todo aquello no queda ni uno.


P: ¿Iba la gente a misa?

CMS: Esa es otra, (entre risas). Aquí había un cureta que le decían don José, y por las mañanas a las seis de la mañana la campana a misa para los muleros, para ir a misa antes de irse a labrar, los domingos, que entonces no se paraba ni los domingos, y las doce para los que estaban durmiendo hasta las doce.
Y algunos pues ya se le encresparon al cura, pero encrespados: “bueno don José esto que…, a la misa nosotros a las seis de la mañana y los señoritos durmiendo, ¿por qué no da usted una a las diez y vamos todos y no trabajamos el domingo?” Y luego, luego se fue, y era… bueno lo voy a decir porque era un tío malo, el cura aquel fue malo, porque hizo cosas malas.
Antes echaban gorrinos para San Antón, vosotros los de ciudad (inaudible 18:54) en los pueblos y se crían por aquí los gorrinos sueltos. Llegaban a una casa y le echaban un puñado de granos y los gorrinos como un perro por las calles. Y en una ocasión había tres gorrinos en el verano que ya se habían puesto gordos, como comían alrededor del pueblo la siembra, me acuerdo de verlos así. Hacen las papeletas para rifar los gorrinos, y de la noche a la mañana los gorrinos se pierden. Y entonces,  ¿qué hizo?, venderlos.
Pero, porqué los cebolletas, que venían aquí de Murcia, que son los que tienen ahora el Pipo, no se si habéis oído nombrar los pimientos Pito y tomates que tienen fábrica de eso los que venían por aquí con el padre de chiquillo, lo contaron, que los gorrinos se lo habían llevado a un carnicero de Murcia y había comprado el cura tres o cuatro tahúllas de tierra a cuenta de los gorrinos. Y el cura…aquí no… después los ha habido buenos, ¿eh?, después los ha habido buenos, buenos. 


       
P: ¿Emigró mucha gente del pueblo?, ¿se fue mucha gente de aquí?

CMS: ¿De aquí se fue? ¡Uuuuu! Se fueron a Valencia, se fueron a Francia, se fueron a Alemania, se fueron a Barcelona, se fueron a Madrid. Aquí emigró pues una cantidad enorme. Aquí llegó a haber 2.200 habitantes y ahora hay censados unos 400. Toda la gente, es que se puso las cosas de aquí muy mal y tenían que buscarse la vida donde estaba.

P: Eso ¿en qué época fue?

CMS: ¿Qué?

P: En qué años 

CMS: ¿En qué años? Pues estuvieron yéndose desde los 50 casi hasta el 70 estuvieron familias chorreas, chorreas, chorreas: “Se han ido fulano”, ¿dónde han ido?, a Barcelona” “Se han ido estos a Valencia, se han ido los otros, están en Madrid”.


P: Y el pueblo de infraestructuras, de carreteras ¿cuándo ha mejorado?, ¿cuándo se notó esa mejoría? 

CMS: Ahora está mejorando algo, porque hay un alcalde que trabaja más, que quiere trabajar, los que ha habido, es que han hecho poco por trabajar, porque no han hecho para ellos, iban a hacer para los demás.

P: Pues aquí estabais muy divididos ¿no?, aquí los señoritos y la gente trabajadora por lo que cuenta usted, siempre ha sido un…

CMS: Ya…, Los señoritos aquí, la palabra “señorito” es que es muy rara, es muy fea.

P: Pero la habéis utilizado todos.

CMS:  La palabra “señorito” es una persona que no vale para nada, pero para nada. Para mi ¿eh? Eso de estar desde que se levantan en el casino, a mediodía en el casino, la tarde en el casino la noche, y de juerga toda la vida. Es que no han hecho nada. Aquí ha habido señoritos que no han levantado una silla. No han hecho absolutamente nada desde que nacieron hasta que se han muerto, varios, incluido un alcalde.
Si le cuentan en el pueblo oye que…: “ha sido Octaviano”, Octaviano ha sido una buena persona, buenísimo. Buenísimo, pero…, para el pueblo… Si tenía que pedir algo, tenían que ir los socialistas con él. Este que se ha ido, Antonio se ha ido con él a pedir cosas a Diputación para el pueblo, y sus compañeros y se ha llevado con ellos muy bien, ¡claro! pero, es que no hacía ná.
Aquí la gente ha trabajado poco para el pueblo, poco.
Ahora ha habido dos que han hecho otro pozo, hicieron las escuelas, la piscina ya la hicieron otros, los socialistas, y aquí, y ahora están arreglando algunas calles de las aldeas. El Madroño que es una pedanía bastante buena, y ya le queda una calle o dos que arreglar nada más al alcalde, que por lo visto ya lo tiene él el presupuesto para ver si las arregla este año.   
 

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