José Manuel Lorenzo López

 Vivió el bombardeo sobre el Pozuelo de febrero de 1937 en la aldea “Casa Marcilla” dónde trabajaba su padre y vivía toda la familia. En su casa se instaló durante unos meses un brigadista internacional ruso. Siendo todavía niño, la familia se trasladó al Pozuelo, dónde ha residido toda su vida.

Fecha de la entrevista: 22/08/2022

Comarca: Llanos de Albacete
Municipio: Pozuelo
Provincia: Albacete
Pais: España
Año Nacimiento: 1925
Entrevistadora: Ester Pérez

P: Dígame como se llama usted y la fecha de nacimiento.

JMLL: José Manuel Lorenzo López. Nací en el año 1025.

P: En el 1025. ¿Cuántos años tiene entones?, que no me salen las cuentas.

JMLL: Tengo 94 cumplidos ya, los cumplí el 17 de marzo.

P: ¿Dónde nació usted?

JMLL: Nací en una aldea a diez kilómetros de Albacete

P: ¿Recuerda el nombre de la aldea?

JMLL: La venta de las gorrineras

P: ¿Y cómo era la casa en la que usted nació?

JMLL: Pues una aldea grande y allí cuando se casó mi padre, se casaron, se fueron allí y allí hemos nacido los seis hermanos que hemos sido, porque ya han muerto varios.
 
P: ¿A qué se dedicaban sus padres?

JMLL: Mi padre a la agricultura, a labrar, criar, siembra con mulas que entonces se labraba con mulas y había que ir. Y yo que era ya, tenía trece o catorce años ya me llevaba mi padre a labrar también, a arar, porque había que tener mozos de afuera, para el trabajo, y yo ya me gobernaba de poder ayudarle.

P:  ¿Era usted el mayor de los hermanos?

JMLL: No, era una hermana, después iba yo.

P: ¿Y su madre trabajaba también en el campo?

JMLL: Mi madre no, en la casa, tenía bastante. Tenía bastante con hacerle de comer a cuatro o cinco que había siempre en la casa.

P: Y entonces, ¿fue a la escuela?

JMLL: La escuela no la llegué a pisar, me he ido aprendiendo algo de lo que me decían mis padres, mi madre, y un maestro que iba allí por las aldeas, nos daba alguna lección, pero me lo he ido aprendiendo lo poco que sé, de un maestro que hubo por allí ambulante.

P: ¿Usted aprendió a leer y a escribir?

JMLL: Poquito

P: ¿Y usted a qué se ha dedicado?, ¿en qué ha trabajado?

JMLL:  ¿Yo? En el campo, toda la vida. Toda la vida.

P: Y en la aldea ¿había más gente?, ¿había más casas?

JMLL: En la aldea no había nada más que mi padre y mi madre.

P: ¿Hasta cuándo estuvieron allí viviendo?

JMLL: Allí hemos estado 36 años, con dos amos. Un amo primero que era de Madrid y luego otra que era de Socovos.

P: Entonces ustedes estaban trabajando para las personas que tenían… para los dueños de las tierras.

JMLL: Para los dueños, les trabajaba y les daba el rento a los amos de la tierra, de quien era la finca.

P: Y después, ¿dónde se vinieron a vivir? 

JMLL: Pues entonces ya, compró mi padre aquí la casa esta y ya fue gobernando alguna tierra que le daban para que la fuera labrando y entonces, mi madre y yo nos quedamos en la aldea que aún se labraba allí , y mi padre se vino aquí con mis hermanas y estuvieron aquí y un par de mulas que llevaba. Y mi padre entonces, pues estaba aquí dos días o tres, se iba a dar una vuelta allí a la aldea, estaba allí con nosotros dos o tres días y se volvía a venir.

P: Y durante los 37 años que estuvieron allí viviendo en la aldea, ¿usted a qué se dedicó? ¿luego trabajaba con su padre?

JMLL: Yo, como no era grande, unos días me iba con las ovejas, otros días me iba con unas yeguas, dos yeguas o tres que tenía mi padre y dos o tres mulas cerriles, sabe usted, pues a ayudar a lo que me mandaba mi padre.

P: Y cuándo se vinieron aquí ya toda la familia… 

JMLL: Cuando nos vinimos aquí ya fue porque con la mujer esa que era de Socovos no podía uno estar, lo quería todo

P: ¿Quién era la mujer de Socovos?

JMLL: Una mujer

P: Pero ¿quién era?, ¿la dueña de las tierras?

JMLL: La dueña de las tierras. Lo quería todo.
Hasta incluso le daba, ya ve usted, que labraba con marcas que se trajo de allí de Socovos, y le daba garbanzos para que sembrara el obrero que trajo de allí de Socovos y venía y traía dos nenes y la mujer. Y allí en una cuadra le hizo allí para que durmiese, allí en el suelo con unas mantas, unos colchones. Mi madre le daba muchas cosas, y ¡claro! para que no se comiesen luego los garbanzos, la “Lady Sara”, que era la mujer, al hombre y a los chiquillos y para ella para que no los guisara, las orinas de orinarse se las echaba a los garbanzos delante del obrero, para que no los pudiera gastar para comer, ya ve usted si sería mala.
Y allí, a nosotros estábamos en la era cuando estábamos recogiendo la agricultura, y llegaba y decía: “esto se hace así”, “así no se hace, se hace como se hace porque nosotros eso no lo podemos hacer”. Quería ella mandar en todo, y en la agricultura el que no sabe no puede hacer nada, si no lo sabe.



P: ¿Entonces la Guerra Civil, les pilló a ustedes allí viviendo en la aldea?

JMLL: Nos pilló en la aldea, cuando la guerra.

P: ¿Y qué recuerda?

JMLL: Pues yo recuerdo de que aquello, fueron y nos querían echar de allí de la aldea, y mi padre pues claro, dice: “¿A dónde me voy yo con las criaturas? que éramos ya cinco. “¿A dónde me voy yo con las manos cruzadas, a dónde me voy yo?”

P: ¿Usted recuerda, no se si lo vivió, o le han contado cosas, del bombardeo que hubo el 19 de febrero de 1937 durante la Guerra Civil?

JMLL: ¿Cuándo tiraron las bombas?

P: Sí

JMLL: Allí tiraron…. Mi padre nos recogió aquella noche cuando se sintió los aviones zurrir y tiraban bengalas nos recogió, porque éramos todos pequeños, y nos metió en un silo que era de largo como es el corral, pero más estrecho, de estrecho sería como esto, una cosa así, y era de piedra y cemento que lo tenían para conservar la hierba para echarle luego a las vacas y a las mulas. Nos metió allí, dice de no caer la bomba aquí dentro, no nos puede hacer nada porque eran unas paredes, pues serían de metro y medio de anchas, ¿sabe usted?, y allí nos llevó dos colchones y unas mantas y allí nos metió a los cinco, a los cinco porque no había nacido una aun, y los mozos y mi padre en la puerta estaba, que…, y decía: “mira pues allí va el avión, ahora”, a los mozos que estaban con el en la puerta, “por allí va el avión”, tiraban una bengala y decía: “mira, ya han tirado una bomba”, y cayeron cuatro bombas a seis kilómetros de Albacete. Y en el mismo Albacete, cayó una en una vaquería al lado de la Plaza de los Toros, cayó. Y los de la vaquería, conocían mucho a mi padre, y a otro día cogieron las vacas y se las trajeron allí a la aldea, y allí les dio mi padre aposento para que metieran las vacas en unas cuadras, unas cuadras, y todos los días iban a llevar la leche. 

P: Y usted cuando recuerda lo de las bombas, usted ¿recuerda cuando cayeron?

JMLL: Recuerdo que cayeron cuatro a seis kilómetros de Albacete

P: ¿Y que sintieron ustedes cuando estaban allí en el refugio?

JMLL: Nosotros ná…yo tendría unos diez u once años, ¿qué voy a hacer yo?

P: ¿Y cuando salieron de allí?

JMLL: Yo no recuerdo ná más que decía mi padre: “ya han tirado por ahí, ya han tirado otra”. Y cayeron cuatro, a seis kilómetros de Albacete. En la carretera general que hay ahora la que va Albacete, en el kilómetro seis cayó otra, que se ve que querían cortar la carretera, porque cayó al “laico” de la carretera.  

P: ¿Ustedes vieron ustedes las bombas?

JMLL: ¿Eh?

P: ¿Las vieron las bombas?

JMLL: No, yo no llegué a ver ná.

JMLL: Vino un ruso ahí a la aldea, y se hizo cargo, de que traían animales los mataban para intendencia. Traían vacas, las mataban a tiros y traían ovejas, las cargaban en un camión.

P: ¿Pero era un brigadista ruso?

JMLL: ¿Eh?

P: ¿Un brigadista?

JMLL: Él se hizo el amo ahí, en la aldea se hizo el amo, porque cuando se cerraban las puertas de noche, había que entregarle la llave y a otra mañana nos la daba, se la daba a mi padre el pobre. Y si llamaba alguien…, llamaba al ruso y salía con la pistola en la mano y en la otra la linterna, abrír las puertas a ver quien había llamado, y si había alguien, decía que qué quería, y decía a ver para ir para tal sitio: “usted marchar, y no volver aquí y sino yo fusilar”, esa es la contestación que le daba el ruso al que llamaba, gente.
Había uno que se dedicaba a pasar con un carro y llevaba los tableros de los lados, enganchados con una mula y sufrían muchísimo, y le dijo, dice: “como vuelvas a pasar aquí, te mato”.    

P: ¿Pero ustedes tenían relación con el ruso?

JMLL: Hombre era pequeño. Ruso por aquí le decía y mi padre camarada, porque entonces se hablaba en camarada, los rusos en camarada, con la gente española hablaban así.

P: ¿Y cuántos años estuvo allí? ¿se fue antes el ruso que ustedes?

JMLL: Yo me parece, me parece que estuvo tres o cuatro años, tres o cuatro años, y ¡claro! le dio una habitación mi madre, dice que quería a ver si había para quedarse, le dio una habitación, y había un comedor y una habitación además de lo que nosotros dormíamos, y allí se instaló a dormir. Y a todas horas estaba que iba a Albacete que venía, andaba por allí con una bicicleta que se compró, y con los vacos con las ovejas.

P: ¿Recibía algún tipo de visitas?

JMLL: Venía alguien, pero dormir ahí nada, dormir nada, estaban allí “cascando” a lo mejor un rato por allí en el campo o en la casa, se metían en la habitación y allí hablaban lo que ellos querían hablar.

P: Y cuándo estalló la Guerra Civil entonces, ¿ustedes cómo les afectó su vida?

JMLL: Pues, entonces se hizo cargo y dijo, dice: “aquí mandar yo”, decía: “mandar yo. A usted camarada Silverio lo quieren muy mal la gente que hay por aquí”. Y mi padre decía: “serán envidias”, porque uno va trabando, va trabajando y va ahorrando algo, pero serán envidias, y decía: “si puede ser, si puede ser”.
Pero ¡claro!, ahí ellos decían que sus (inaudible: 13:50) eran esas. Iba a Albacete, traía arroz, traía habichuelas, traía garbanzos, traía azúcar, jabón. Y a mi madre le decía: “trae una bolsa, que te eche unos poquitos garbanzos”, arroz, le echaba de todo. Y muchas veces venía, se ponía: “yo estar muy malado, yo estar muy malado”, le batía dos huevos o tres en un vaso, y se lo llenaba de vino, se lo “atizaba”, y decía: “yo estar mejor, yo estar mejor”, ¡claro que estaba mejor! se había (inaudible: 14:25) el vaso con los huevos y con el vino. Y eso era. Y ya digo, el hombre se portó muy bien con mi padre y con mis seis hermanas (emocionado).

P: Cuando cayeron las bombas, ¿el ruso estaba allí en la aldea?

JMLL: No.

P: No. ¿Se había ido?

JMLL: No, no, no. No había venido aún.

P: ¡Ah! Todavía no había venido.

JMLL: No había venido.

P: Y luego el ruso, ¿estuvo cuánto tiempo allí?

JMLL: Pues estuvo…, yo creo que fueron tres o cuatro años estuvieron.

P: ¿Y cuándo se fue?

JMLL: Luego ya, cuando ya se terminó

P: Cuando acabó la guerra

JMLL: Se acabó, decía, dice: “yo tener que irme de aquí, que si no me cortan el cuello”.

P: ¿Y luego volvió, regresó?

JMLL: Luego volvió, se fue, cuando se fue, ya… se quebró una pierna y…. a ver si me acuerdo…, como le decían al pueblo. Ahora mismo no me acuerdo. Se quebró una pierna y estuvo en un hospital ahí por cerca de Murcia o Valencia o por ahí, en Denia, Denia le decían, y se hizo novio con una de las enfermeras, y luego vino con…al año cosa así, no llegó al año ya de haberse ido, vino con ella a dar una vuelta a conocernos a toda la familia.

P: Muy bien.

JMLL: Pero no hizo noche ni nada. Ná más que vino, dio una vuelta, saludó…

P:  Y eso, ¿cuántos años tenía usted?, ¿se acuerda?, cuando volvió a verlos.

JMLL: Pues tendría quince años.

P: ¿Y usted se acordaba perfectamente de él?

JMLL: Claro que me acordaba.

P: ¿Se portó bien con ustedes?

JMLL: ¡Hombre!, con la familia se portaba bien, porque nos decía: “haced esto” y le llevaba lo que fuera. A mi madre le echaba, alguna vez le daba un plato de comida para que comiese, y le decía: “coma usted camarada, coma usted con nosotros”, dice:” no écheme en un plato y yo como aquí en el comedor”, como tenía una habitación y un comedor aparte.

P: Su mujer ¿conoció al ruso?

JMLL: Claro que lo conocía, pues no ve usted que allí encerraban las vacas de noche. Allí había unos corrales muy grandes e iban y encerraban de noche las vacas.

P: Pero en la aldea de su mujer, ¿también estuvo el ruso?

JMLL: No lo querían.

P: ¿Allí no lo querían?

JMLL: Allí mis suegros no lo querían al ruso, ni los hijos tampoco.

P: ¿Por qué?

JMLL: Porque decían que era muy malo. Decían que era muy malo, que quería mandarlos en todo y ellos le hacían la contra.

P: Bueno y cuando se vinieron ustedes aquí ya al Pozuelo, ¿a qué se dedicaba…?, su padre tenía tierras me ha dicho.

JMLL: Aquí, a labrar tierras.

P: Y, ¿cuándo construyó la casa esta?

JMLL: La casa esta, la compró…

P: ¿La compró ya?

JMLL: La tenía comprada cuando ya se vinieron aquí, ya la compraron.
Aquí vivía uno que tenía el estanco, y se pegó fuego, de las cajas que tenía se pegó fuego y ardió toda la avanzada esta ardió porque tenían muchísimas cajas y todo, luego cuando le echaron tanta agua, pues todo vino abajo, y luego mi padre a poco a poco la fue levantando con los albañiles.

P: Y ustedes aquí ¿pasaron penurias durante esos años?

JMLL: ¿Eh?

P: ¿Pasaron hambre?

JMLL: No.

P: No

JMLL: Hombre, se pasaron calamidades, pero hambre no. Había que racionarse con un poco, pero hambre, hambre pasar no. Se pasaba, no te pasabas de comida, pero pasar hambre no llegamos a pasar.

P: ¿Y las relaciones entre los vecinos eran buenas?, o ¿hubo aquí represalias por la Guerra Civil, después de la Guerra Civil?

JMLL: No

P: No.

JMLL: No

P: Y, ¿cómo recuerda usted el pueblo, entonces?

JMLL: ¿Eh?

P: ¿Cómo recuerda usted el pueblo, el Pozuelo?

JMLL: ¿El pueblo?, buenísimo. El pueblo este toda la vecindad que hay es buena, y los que han muerto muy amigos míos (emocionado).

P: Y cuando vinieron de la aldea al pueblo, ¿qué es lo que más les llamó la atención?, ¿qué había aquí? Todo lo que no tenían en la aldea, había médico…

JMLL: Había médico, había practicante y había de todo. Y en la aldea tenías que ir a Albacete a avisar para que viniese un médico o llevarte en un carro para que te viese el médico.

P: ¿Había comercios, tiendas?

JMLL: Sí, aquí había tiendas, y había panadería.

P: Y la gente, ¿se dedicaba toda al campo?

JMLL: Las calles todas salen al campo

P: Pero ¿la gente se dedicaba…?, ¿todo el mundo vivía aquí de la agricultura.

JMLL: A la agricultura. Casi toda la gente vivía de la agricultura. ¡Hombre! el que tenía una tienda no vivía de la agricultura, pero casi toda la gente vivía de la agricultura o de albañiles.

P: Y ¿dónde conoció usted a su mujer?

JMLL: En una aldea que estaba a un kilómetro de la que estábamos nosotros, que la decían La venta de las Pedrizas.

P: ¿Y cómo se conocieron?

JMLL: Ya de mayor, pero me hice novio viviendo ya aquí, y entonces iba con una bicicleta iba a verla

P: ¿Y cómo la engañó para que se viniera aquí?

JMLL: Pues ella tenía a su padre inválido también, y la madre, y ella se quedaba allí y yo me venía aquí. Y yo me iba allí y me iba el sábado, el sábado me iba por la tarde y me estaba allí el domingo y el lunes, y me venía otra vez aquí a estar, a trabajar con mi padre, y después pues a la semana siguiente me volvía a ir, me estaba dos o tres días allí, me venía. Y me fui allí, y ya mis cuñados dicen, y ella dice: “tú te vienes aquí para estar aquí conmigo, que te has casado para que estés aquí”.  Y ya le dije a mi padre: “Mire usted, yo ya me voy allí y ustedes apáñense como puedan, y me fui, y estuve un año. Y al año, ¡claro! allí éramos muchos también, y aquí mi padre tenía que buscar a más gente, dice: “pues tú trabajas allí y ella trabaja aquí, y así tienes un sueldo por allí y otro sueldo por aquí, porque si no había nada más que un sueldo.      
 

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