Maximiliano Lozano García

Maximiliano Lozano García (Riópar 1959) es maestro fundidor en activo; después de trabajar algunos años en las Fábricas de Riópar, montó su propia empresa, Lodi Bronces, donde sigue fundiendo con el método tradicional de moldes de arena.

Fecha de entrevista: 20/05/2021

Comarca: Sierra del Segura
Municipio: Riópar
Provincia: Albacete
Pais: España
Año Nacimiento: 1959
Género: HOMBRE
Entrevistadora: Marta Vera

TRANSCRIPCIÓN EDITADA – AUDIO “ARCHIVO DE LA PALABRA”

MAXIMILIANO LOZANO GARCÍA

 

FOTOGRAFÍA 1. Reales Fábricas de S. Juan: 00:00:09

P: Maximiliano dinos por favor, ¿cuándo y dónde naciste?

MLG:  Pues nací aquí en Riópar, concretamente en la Casa Noguera el 29 de mayo de 1959.

FAMILIA: 

P: ¿Y de familia de fundidores?

MLG: No precisamente. Mi padre era resinero, mi padre era resinero, lo que pasa es que entonces no…, pues nuestros padres no tenían medios para…, éramos muchos hermanos, no tenían medios para podernos dar estudios, aunque el maestro que había entonces, cuando me salí a los 14 años, llamó a mi padre y le dijo que bueno que, que podía sacar algo de provecho sí me podía dar estudios pero dijo mi padre que no, que era el mayor de todos los hermanos y tenía que ayudarle para criar a los demás, con lo cual la única salida que tenía para aprender un oficio, pues era meterme a la fábrica y no seguir el oficio de resinero como él. Y bueno, pues entré a la fábrica concretamente a la fundición porque allí tenía a mi tío Simón que era hermano de mi padre, y él junto con el Tete, con Paquirri y mi tío Simón, fueron los que me enseñaron el oficio, y como ellos eran ya mayores, cuando ellos se jubilaron, me quedé yo encargado de la fundición en la fábrica.  

P: Claro porque cuéntame,  ¿cómo se aprendía en la fábrica?, si no tenías un familiar dentro…

MLG: Bueno, era un poquito complicado sí, sí, tenías que tener un poquito de gancho para poder entrar a la fundición, o sea, para poder entrar a la fábrica, sí, principalmente entraban los hijos de los obreros que trabajaban allí, y yo no tenía…, el único que tenía era mi tío Simón.  

P: ¿Y algún hermano tuyo no trabajó?

MLG:  No, no, el único yo.

OFICIO: 

P: Solo tú. Muy bien. ¿Y en qué año entraste?, ¿recuerdas?, a trabajar a la fábrica.

MLG: Entré a los 14 años, al mismo salirme de la escuela, pues en el año 73.

P: En el 73 que… ¿qué eran años buenos?, ¿o había empezado ya la crisis?, ¿o siempre ha estado en crisis?

MLG: No (sonriendo), entonces, bueno, yo las crisis, entonces no nos enterábamos si había aquí, había crisis o no. Yo la crisis, la empecé a saber lo que era una crisis, cuando monté la fundición por mi propia cuenta aquí, que al mismo montarla en el año 90 ya vino la crisis del Golfo, y ya me pilló, y después pues ha venido la de…, otras crisis que me han pillado siempre, pero ¡claro! yo antes no me enteraba de las crisis.

P: Y nos puedes contar un poquito como fue tu decisión de dejar de trabajar en la fábrica para montar tu propio negocio, o ¿estuviste hasta el final?, ¿viviste el cierre?

MLG: No, no yo no…, yo me salí antes, yo tenía, cuando eres joven pues yo tenía inquietudes y decidí montar la fundición, con el apoyo de Vicente, en paz descanse, que me ayudó mucho en ese sentido, y me monté por mi cuenta en el año 90, pero más que nada por eso, por la inquietud, y porque me echaron una mano a montarla también, ¡claro!

P: Y el hecho…, porque la empresa cerró del todo, del todo, la fábrica en el 96.

MLG: En el 96.

P: Esa…, tu trabajo a la vez del de la fábrica, ¿os ayudabais o no?, o ¿era peor para la venta tuya?

MLG: No, no a mí no me afectaba en absoluto, porque yo me busqué clientes fuera de aquí. Los clientes que yo tenía era Bronces Riópar, empecé a fundir con ellos, los hijos de Vicente tienen una empresa muy importante de lampistería en Barcelona y bueno clientes por la zona centro de Madrid, Valencia, Barcelona, todo eso, me empecé a buscar la vida y bueno, luego el boca a boca pues fue lo que ha ido funcionando y lo que yo hoy por hoy estoy aquí, gracias a todo eso, y bueno me imagino que será porque lo hacemos bien, si no…

FÁBRICAS: 

P: Está claro, porque si no, si no…, te barren. Entonces, háblanos un poquito Maxi de los años en la fábrica, ¿cuántos años fueron en realidad trabajando en la fábrica?, pocos, ¿no?

MLG: Yo en la fábrica estuve trabajando pues desde los 14 a los…, en el año 73 hasta el 90, en ese periodo de tiempo ya fui, yo cuando me salí de allí era el encargado allí en la fundición, pero vi que las cosas…, fui también presidente del consejo de administración de la sociedad un poco tiempo,  y yo veía que aquello     no iba, no había mucho futuro, con lo cual decidí montarme por mi cuenta.

P: ¿Y por qué lo viste?, ¿qué causas fueron las que tú crees que impidieron que la fábrica pudiera continuar?

MLG: Pues que no se veía futuro, se veía que cada vez iba agotándose más, agotándose más, y no, no se invertía en sacar nuevos productos, y nuevas cosas y entonces, ¡claro! pues, y ganas que tenía de trabajar y de montarme por mi cuenta ¡claro!

P: Sí porque lo que pasaba en los últimos años de la fábrica es que faltaba trabajo ¿no?

MLG: ¡Claro! Efectivamente, faltaba trabajo.

P: Bueno. Y recuerdas las materias primas, ¿de dónde llegaban a la fábrica?, ¿con qué se trabajaba en la fundición de la fábrica?

MLG: Bueno sí, cuando yo estuve…, el periodo de tiempo que yo estuve en la fábrica esos 17 años creo que son, las materias, las arenas se traían de aquí del término, las arenas que es una…, la materia prima principal, junto con el lingote, con el bronce, y todo eso, pero el lingote ya, toda la materia prima se traía de fuera, me refiero a chatarra, lingote y todo ese tipo de cosas, se traía de fuera y ya no se fabricaba aquí.

P: Se compraba chatarra para refundirla.

MLG: Exactamente, sí.

P: ¿Y con esa chatarra se podían hacer que tipo de cosas?

MLG: Pues bueno, como había fundición a la arena, fundición en tierra que es como trabajamos aquí ahora, y también había fundición a coquilla. Fundición de a coquilla se trabajaba con la chatarra de grifería rehusada, todo este tipo de cosas, y la fundición de arena era más delicada, entonces pues se trabajaba con recortes de chapa, lingote, preparado, y ese tipo de cosas.

P: y ¿qué tipo de artículos recuerdas que hicierais?, ¿tienes alguno en la mente?

MLG: Sí bueno, entonces la sección se trabajaba, en la sección se trabajaba mucho la figura.

P: Figuras artísticas.

MLG: Figuras artísticas: caballos, toros, orfebrería religiosa, artículos para cementerio, pues todo este tipo de cosas, era lo que más se hacía.

P: Los modelos que usabas, ¿de dónde salían? Recuerdas aquel almacén de modelos de la fábrica.

MLG: Sí perfectamente.

P: ¿Cómo era? Cuéntanoslo.

MLG: Pues era…, estaba muy bien organizado, muy bien organizado, porque estaba en un pasillo con cajones, y cada cajón tenía su numeración y un fichero, con cada ficha correspondía a un cajón, o sea, cada cajón correspondía a una ficha, y la ficha ponía las piezas modelo que llevaba cada pieza, si por ejemplo, era un candelabro y llevaba un muñeco, una base, la rama, el mechero, el platillo, una caja de machos, una caja de noyos, todo esto estaba apuntado en la ficha, estaba muy bien organizado, aquello sí.

P: Y era grande.

MLG: Era muy grande, sí, era muy grande.

P: Porque ¿recuerdas?, no sé si en tu mente eras joven, como eras entonces, si te acuerdas de la diferencia entre algunos modelos y otros, porque habría modelos del S. XIX y otros más modernos ¿no?   

MLG: Sí, efectivamente, había modelos que eran antiquísimos, yo no sé de qué época, pero muy, muy antiguos, muy antiguos. Luego hubo una época que se hicieron figuras nuevas que hoy día todavía las hacemos aquí, sí, sí.

OFICIO:                                                        

P: Porque tú en tu fundición actual, continuas en realidad reproduciendo modelos que se utilizaban en la fábrica, ¿verdad?

MLG: Sí, sí, seguimos haciendo todavía, casi todo lo que se hacía allí, de figuras: caballos, relojes, toros, centros de mesa, todo ese tipo de cosas, se siguen haciendo todavía aquí, el mismo modelaje que se hacía allí, lo seguimos haciendo aquí. Lo que pasa es que ahora la figura ha bajado mucho, y ahora pues nos dedicamos a hacer figuras, porque todavía tengo clientes, que hacemos muchas figuras, pero no son los modelos de aquí.

P: Son modelos que os proporcionan.

MLG: Son modelos que me traen los clientes tienen un catálogo con sus referencias, y me pasan el pedido por e-mail, y yo con los catálogos y los modelos que tengo aquí pues los saco, y fabricamos.

P: ¿Y alguna innovación?

MLG: Bueno este oficio es antiquísimo como sabes, ¿no?, pero bueno, dentro de eso, antes los modelos nos los hacía un modelista, y ahora los modelos los hacemos con una máquina 3D algo (riendo), hemos prosperado ¿no?, y bueno sí se trabaja de otra forma distinta, aunque es el mismo sistema y todo eso, pero se trabaja con otras materias primas, otras arenas mucho mejores que saca mejor calidad en la pieza , y bueno algo, sí, sí, bastante.

P: O sea que todavía hay aprecio entre los clientes por estos trabajos. 

MLG:  Sí, sí, sí, sí. De hecho tengo muchos clientes que hacemos, pues te puedo decir que hay algunos clientes que tenemos que hacemos grifería artística que va todo para el extranjero, mueble metálico, lámpara… Antes tenía un montón de clientes que se dedicaban a lampistería, a hacer lámparas, fabricantes de lámparas, fabricantes de lámparas, pero en el año 2007 con la crisis se fueron a fabricar a China entonces, ¿qué ha pasado?, que todos los clientes que se fueron a fabricar a China, les han copiado los modelos los chinos y han cerrado prácticamente, entonces quedan algunos, que son los más importantes que hacen lámparas muy especiales, y eso es lo que nosotros hacemos aquí, lámparas ya especiales no de tiradas largas y cosas de esas, una lámpara para un hotel, lámparas para iglesias, para casas importantes, para palacios, cosas de esas así, trabajos muy específicos, de mucha calidad.   

FOTOGRAFÍA 2. Fundición: 00:10:27                         

P: Nos podrías contar un poquito, en que consiste el trabajo de fundidor, o sea, ¿cómo empiezas? Yo llego por la mañana, abro, ¿qué es lo que haces desde que tú tienes un encargo, hasta que acabas teniendo la pieza producida?, ¿cómo es el proceso?      

MLG: Sí, vamos a ver. Lo primero que tienes que tener es pedidos, pedidos, eso hasta la fecha tenemos, no hay ningún problema, siempre hay bajones de trabajo y todo eso pero bueno, es entrar por la puerta, lo primero que haces es organizar a los trabajadores que tienes con arreglo a la prioridad y a las urgencias que hay, y ahí sobre esa base, vamos trabajando, siempre sobre pedido, trabajamos siempre sobre pedido. Y después, pues una vez que ya empezamos a trabajar, pues el ritmo es trabajar hacer moldes, meterlos al horno para el proceso de secado, y cuando hemos llenado el horno de secado, pues pasar a la fundición, montar y colocar, fundir, y una vez que se ha fundido, el proceso de limpieza, quitarle la arena a las piezas en una laminadora que tenemos allí, separar lo que es la pieza del bebedero, el bebedero vuelve otra vez a reciclarse, la pieza es lo que se lleva o lo que mandamos a los talleres para que mecanicen y monten y bueno, esa es más o menos la rutina diaria en la fundición. Es un oficio entiendo, sucio, pero a la misma vez un oficio muy creativo, porque yo llevo aquí en esto ya 48 años y todavía no he acabado de aprender (sonriendo), porque cada día aunque se hacen las cosas igual o con el mismo sistema, preparando los moldes y todo eso, pero cada vez te traen piezas nuevas que tienes que estudiar, que tienes que mirar, que tienes que saber por dónde darle la colada, por donde darle respiradero, todo ese tipo de cosas para que la pieza tenga una garantía de que salga bien.

P: Claro, porque el trabajar con moldes de arena implica que cada pieza…

MLG: Es un molde, o sea, cada pieza que tengamos que hacer, que nos pida el cliente, tenemos que hacer un molde, con el mismo modelo, pero un molde diferente, porque al fundir ese molde, sacar la pieza tenemos que destruir el molde para sacar la pieza, entonces ya no nos sirve para fundir otra vez.

P: Es una industria muy artesanal.

MLG: Muy artesanal.

P: Cada pieza es única en realidad.

MLG: Es única, efectivamente sí, sí, no hay ninguna igual.

P: Claro, y ¿cómo hacéis el acabado?, me dices para que lo mecanicen, en el mecanizado incluyes también el cincelado ¿no?

MLG: El cincelado y todo eso sí. El mecanizado es, desde quitarle la rebaba, ¿eh? tanto con la lima, con el rotalín, y las fresas que llevan, como cincelar, soldar, repasar,   darle el acabado pulido, otro tipo de acabado como puede ser envejecido, en verde, todo eso es lo que es el mecanizado en sí.

P: Y tú ahora mismo, ¿de dónde traes la materia prima?                              

MLG: La materia prima. La materia prima la traemos toda de fuera.

P: ¿De Madrid?

MLG: Todo de fuera, sí, tenemos…, es que gastamos, por ejemplo, la arena que gastamos para moldear, para hacer los moldes, que la mezclamos en una mezcladora con una arcilla, esa arena es de sílice y la traemos de la parte norte de Valencia ¿eh?, es una arena de cantera que pasa por unos filtros y una secadora y es muy fina, para que luego marque bien, un grano muy fino para que luego marque bien los cincelados y todo el detalle que tiene la pieza cuanto mejor lo marque, pues menos trabajo lleva después a la hora de acabar.   

Luego, la materia prima del bronce lo traemos de fuera, todo eso lo traemos, o bien de Barcelona, o bien de la parte de Valencia, algunas veces de Bilbao, y también traemos de Madrid los productos de fundición, como son arcillas, como son arenas para hacer los noyos y todo eso, todo eso viene de pinturas refractarias, crisoles, todo ese tipo de cosas viene de Madrid o de Barcelona.

P: Muy bien, muy bien.

MLG: Todo lo tenemos que traer de fuera.

FÁBRICAS: 

P: Y cuando estabas en la fábrica, que vuelvo otra vez ahí, ¿quiénes eran tus compañeros?, o ¿con quién fundías o quién estaba a la cabeza en el proceso?, ¿eso lo recuerdas?

MLG: Sí, perfectamente, claro, sí, sí, sí. Yo cuando entré a la fábrica estaba; Francisco, el “Tete” le llamaban, el “Tete”, estaba Justiniano que era “Paquirri”, y mi tío Simón. Era en aquella época cuando yo entré allí el maestro de la fundición era el “Tete”, el “Tete” se jubiló, entonces se quedó mi tío Simón de maestro, y cuando él se jubiló pues me quedé yo de fundición, y entonces metieron a chavales más jóvenes ahí conmigo, y que enseñé, y estuvimos trabajando hasta que yo me, me vine ya aquí, me monté por mi cuenta y me vine a la fundición aquí.

P: ¿Quién dirigía por esos años la fábrica?

MLG: Por esos años…, yo es que he estado con varios…

P: Pues cuéntenos…

MLG: Por ejemplo, Jorge.

P: Jorge Escudero.

MLG: Jorge Escudero, fue uno de los que más tiempo estuvo, Max García Muller también en la última época, en la última…, luego, este…, hubo otro, Del Corral me parece que se llamaba, o.., ¿no?, sí se llamaba Del Corral.

P: Entonces me imagino… para que me contaras un poquito como era la relación con la dirección en cada uno de los casos. Por ejemplo con Jorge Escudero ¿cómo eran las relaciones de trabajo?

MLG: Muy buena, sí, con Jorge siempre muy bien, además entendía bien lo que era la metalurgia y además él apreciaba lo que el esfuerzo y el sacrificio en la fundición con lo duro que es, era…, con Jorge hemos tenido una relación muy buena siempre.

P: Luego Jorge por causas personales se fue.

MLG: Se fue ¡claro!, se fue y de momento vino, creo que fue Max

P: Fue Max, sí.

MLG: Max García Muller.

P: Max García Muller que ese ya fue ya un poco más conflictivo ¿verdad?

MLG: Sí, ese entró a saco. Entonces fue cuando yo era presidente del consejo administrador de la empresa, sí, sí, sí.        

P: Bueno te cuento, no sé si lo sabías pero él venía…, él lo que tenía era una granja de embutidos, de hacer embutidos, e hizo el cambio a una fábrica metalúrgica con lo cual…

MLG: Él era ingeniero agrónomo, era. Y se vino aquí, pues se ve que vio una oportunidad, y bueno, cuando vino sí empezó fuerte, porque se empezó con un pedido de sifones para Cuba y había muchísimo trabajo, muchísimo, se compraron unas máquinas nuevas para doblar y hacer los sifones, y todo aquello y entonces había trabajo, mucho trabajo, también había mucho trabajo en la artesanía, en el tema de riego por aspersión también, pero bueno aquello poco a poco se fue mermando, mermando, mermándose el trabajo, todo ese tipo de cosas y hasta que llegamos a la situación que llegamos, antes del año 96, en 1996, ya en el año 1996 fue cuando ya se cerró.

OFICIO  

P: Muy bien y entonces, ¿cómo ves Maxi el futuro?, porque nos has contado un poquito del pasado, nos has comentado como trabajas, ¿crees que tiene esto futuro, este oficio?

MLG: Hombre yo, yo creo que sí, que sí, porque cosas se tienen que seguir haciendo, y no hay otra forma de hacerlas que como no sea con este tipo de fundición que estamos haciendo aquí. Yo creo que sí que tiene futuro, cada vez menos bien es cierto, porque han cerrado muchas empresas que se dedicaban a esto, y a lo mejor, a lo mejor, tal vez por eso nosotros tenemos tanto trabajo porque empresas que han cerrado, nosotros hemos podido aguantar todo el tirón de la crisis, desde el 2007 pa’cá y bueno pues aquí estamos y yo creo que sí que tiene futuro.

P: De la continuidad depende no solamente de que haya alguien que pide, sino de alguien capaz de reproducirlo porque este trabajo no se aprende en 2 días.

MLG: No, este trabajo, es un trabajo que no se aprende en 2 días, no, esto tienes que estar…, ya te digo, llevo aquí los años que llevo y no me considero que termino de aprender todavía.

P: Pero tienes en la empresa gente joven…

MLG: Bueno todos los chavales que tengo trabajando son jóvenes, yo los estoy preparando para el día que yo me tenga que ir,  pues si quieren seguir con la empresa yo voy a estar aquí apoyándoles todo lo que…, mientras que pueda y lo que ellos necesiten. Me, me fastidiaría mucho que esto se fuera a pique, con el trabajo y la ilusión con que yo le he montado, y el sacrificio que me ha costado a mí esto de toda la vida, llevo aquí ya 31, 32 años, y me ha costado mucho, me ha costado mucho.

P: Y yo creo que ellos también aman la profesión ¿no?, como tú.

MLG: Sí, esto es que si no la amas y no te gusta no desarrollamos nada, no hacemos nada, te tiene que gustar y si no, no aprendes, no aprendes.

TRABAJO:                  

P: Porque el trabajo es duro.

MLG: El trabajo es duro, sí, es duro.

P: Sí, y ¿a cuántas personas das trabajo?

MLG:  Pues ahora mismo a 4, hemos llegado a ser 12, pero el tiempo de…, cuando empezó la crisis, como he comentado antes, en el 2007, tenía muchos clientes que les fabricaba lámparas, piezas para la lampistería, y como aquellos se fueron a China a fabricar, pues vino la hecatombe. Y ahora seguimos haciendo fundición de tierra y fundición a coquilla, seguimos haciendo, pero ¡claro! ya en menor cantidad, ya no necesitamos tanta gente, ya con 4 que somos estamos bien para mantener, o sea, para atender a los clientes que tenemos, la clientela que tenemos, y para mantener aquí el taller abierto.       

P: Ahora ¡claro! económicamente mucho mejor tener tu propio negocio que trabajar para la fábrica ¿no?, quiero decir, los suelos ¿cómo eran esos sueldos que teníais?

MLG: Eran muy pequeños, ¡claro! Cuando entramos a la fábrica yo ganaba a los 10 días 650 pesetas, entré, de, de, de…, bueno de aprendiz, y luego pues poco a poco el que tenía ilusión y ganas de trabajar, pues iba subiendo hasta llegar a oficial de primera, ¡claro!

SINDICATOS – CONFLICTO LABORAL:  

P: Muy bien. ¿Y recuerdas algo de.., recuerdas que existiera el sindicato, la labor de los sindicatos en todo ese proceso?           

MLG:  Yo todo eso no estaba muy puesto yo en el tema de los sindicatos y todo eso. Sí hubo una lucha importante con el tema del sindicato cuando este hombre Max García Muller estuvo aquí, que se montó el follón que se montó y todo aquello de la empresa. Se hizo una sociedad anónima laboral, y bueno pues todo ese traspaso de poderes y todo ese tipo de cosas, pues ahí vino…, hubo muchísimos problemas, y muchos juicios, yo fui a muchos juicios a la Audiencia Nacional, por el tema de esto, y ¡claro! siempre íbamos apoyados por el sindicato Comisiones Obreras y la UGT, pero ya digo, los sindicatos era un tema que yo no…, no era muy…, ¡vamos! que no estaba…, yo estaba en otras cosas, no estaba en eso. 

P:  ¿Recuerdas algún accidente de trabajo?

MLG: ¿Algún accidente?    

P: En la fábrica.

MLG:  Sí, ha habido accidentes sí, pero así graves, graves, no recuerdo yo que haya habido accidentes graves no. Yo en concreto te puedo decir que si me he accidentado alguna vez, ha sido que me he quemado, y jamás en mi vida he cogido una baja, nunca. Aquí me quemé una vez, me saltó una chispa, mira, con las botas de seguridad y todo, me saltó una chispa aquí, se me metió dentro y me quemó todo el pie aquí, y luego ¡claro! pues no podía ponerme el calzado de seguridad,  pero yo tuve que seguir, que era…, era autónomo, tenía que seguir y tenía gente a mi cargo, tenía que venir aquí a trabajar, con el pie vendado iba todos los días a curarme hasta que el practicante me decía ya…, me llegó a decir: “como no dejes de trabajar, te voy a tener que cortar el pie, porque en cuanto se te infecte te lo voy a tener que cortar”, y aquello me puso un poco…, pero yo seguí igual, yo seguí trabajando, estuve ahí 3 o 4 meses con mi pie vendado, y trabajando aquí, ¿se me ponía negro?, pues sí pues se me ponía negro, pero yo a trabajar, no he estado nunca de baja, nunca en mi vida, y sí claro que me he quemado, y todo, pero si eres autónomo (riendo) como soy yo, eso no sirve pá ná, salvo que no sea, que sea alguna cosa grave que no puedas de verdad venir, pero si no aquí al pie del cañón.  

P: Y en la fábrica el tema de los riesgos laborales ¿crees que se cuidaba?, o ¿qué tipo de protección? Porque eso…    

MLG: En la fábrica, no, yo no recuerdo que eso funcionase bien, no allí. Entonces, por aquella época que yo estuve los riesgos laborales y todo aquello, yo creo que no existía, no, porque te puedo decir, te puedo decir que cuando nos poníamos a fundir no había ni mascarillas para ponernos, ¿sabes lo que teníamos que hacer?, con el pañuelo, humedecerlo, atárnoslo aquí y entonces ¡claro! para no tragar el humo porque tampoco había aspiración como aquí tengo yo, hay buena ventilación, hay aspiración y luego va uno bien protegido, siempre con guantes, buenos guantes, mandil de serraje, botas de seguridad, ropa adecuada de trabajo, protección, tanto gafas, mascarillas apropiadas para esto.

P:  Tengo ahora…, me ha venido a la mente una imagen, que tenemos una fotografía de los 80 que hay un señor fundiendo que no sé yo quién es, con el cigarro en la boca.

MLG:  Sí, Antonio el “Semental” (riendo), Antonio Grimaldos, Era el hornero, aquel hombre, yo no he visto cosa igual, pero bueno entonces es que ninguno se, se tapaba, así pasó que luego la gente murió muy, muy joven. Nos hicieron un reconocimiento médico en Murcia, el primer reconocimiento médico que nos hicieron, y bueno y allí la mitad inútiles, un montón de gente que se murieron muy pronto, a raíz de aquello, no del reconocimiento si no que les detectaron enfermedades y cosas que la gente hasta entonces no sabía.

P. De pulmón principalmente me imagino.

MLG:De pulmón, sí, sí, de…

P: ¿Y cómo eran las relaciones con los compañeros? Me dices que con la dirección, pues ya nos has contado un poquito, con el resto de los compañeros y eso, en las distintas épocas.

MLG: Bien, bien, ¡hombre!, pues entonces donde había tanta gente,  pues hay su tira y aflojas, con algunos. Yo recuerdo, bueno, de llevarme bien con todos los compañeros que tenía siempre.

P:  ¡Claro! Porque no solo eran los compañeros de trabajo, sino que eran los compañeros de tu pueblo que aquí hay muy poquita gente.

MLG: Claro, claro.

OCIO Y TIEMPO LIBRE: 

P:  ¿Qué hacíais fuera de la fábrica?, ¿qué actividades recuerdas en la época que hicierais?, en por ejemplo de ocio.

MLG: De ocio, jugar al fútbol, nos gustaba mucho jugar al fútbol , fíjate hasta el punto de que teníamos una hora para comer, comíamos en media hora y la otra media a jugar a fútbol antes de entrar al taller a trabajar.

P:  Entrabais desfogados.

MLG: Desfogados.

P: ¿Y dónde jugabais al fútbol?

MLG: Jugábamos allí, donde ahora está el parque, al lado de la heladería de Antonio, allí jugábamos.

P:  ¿Y cómo era la comida?, la comida, ¿comíais allí mismo en la fábrica?

MLG: Había gente que no tenía medios para desplazarse a las aldeas, y comía en la fábrica que tenía una habitación para eso, y otros pues comíamos en el Hogar del Obrero, del trabajador que era el bar que tenía “Paquirri” entonces.

P: Y ahí, ¿ibais con vuestra tartera?

MLG: Allí nos traíamos la merienda en nuestro talego, y claro nos sentábamos allí a la hora de la comida, pedías tu bebida, sacabas tu mesa, en la mesa te sacabas tu merienda, comías, pagabas la bebida que te tomabas.

P:  Os vendían el vino.

MLG: El vino o la cerveza que bebieses, sí, la bebida.

P:  ¿Qué tal era el vino que os vendía?

MLG: Bueno, pues yo que sé, yo es que tampoco bebía yo vino por aquella época, ahora sí, pero entonces no.

MUJER:  

P: ¿Y recuerdas Maxi…, bueno tú en la fundición no había mujeres, pero trabajo femenino en la fábrica?

MLG: Sí, sí. Yo creo que fue una de las primeras empresas a nivel nacional, bueno tampoco tengo yo mucho conocimiento de otros sitios ¿no?, pero dicen que a nivel nacional fue una de las primeras empresas que entraron mujeres a trabajar. Sí, sí, sí. Mujeres que a lo mejor se quedaban viudas, que el marido trabajaba en la fábrica, se quedaba viuda joven, tenía a lo mejor familia, yo conozco muchas mujeres, y he trabajado con ellas, y se metían…, las metían a trabajar hasta que se jubilaban.

P: Pero en la fundición no ¿no?                     

MLG: En la fundición no. Era muy duro para estar allí, pero sin embargo estaban a lo mejor en el pulido, estaban en la sección de cinta, de medir y todo eso, que tampoco era muy bueno y estaban allí. Sí, sí, sí.

FIESTAS:  

P: Y cuéntanos algo sobre fiestas o así, que hicierais. ¿Había algo que se hiciera?

MLG:  Bueno se celebraba mucho santa Lucía y san Antón, santa Lucía en diciembre pues siempre se celebraba, se celebraba mucho en la fábrica, incluso se recuperaba a lo mejor un día antes, para el día de santa Lucía tener toda la tarde libre, para ir a la lumbre de santa Lucía, entonces se encendían lumbres en todos los sitios, en todas las aldeas por ahí, en el pueblo, en muchos sitios, y la gente pues recorría, se iba de una aldea a la otra, del pueblo a la aldea, de la aldea se venían al pueblo, sí. Y san Antón lo mismo, se celebraba mucho, es que eso era muy…

P:  Muy arraigadas.

MLG:  Muy importantes sí.   

P: ¿Y san Juan?

MLG: y san Juan, san Juan también. San Juan que era el patrón, se celebraba mucho el día 24 de julio, de junio, también se celebraba sí, de hecho es fiesta local, se celebraba mucho.

P: Y tu siendo…, porque naciste en la Casa Noguera, pero ya vivías en el pueblo cuando empezaste a trabajar en la fábrica.

MLG: No, no, no, no, no. Yo viví en la Casa Noguera y venía a trabajar. Primero andando todos los días, luego nevase o lloviese andando, luego una bicicleta y ya cuando cumplí los 16 años me compré una moto, una moto, y con la moto iba y venía todos los días a la Casa Noguera.

P:  O sea que el sueldo te daba para comprarte una moto.  

MLG:  Sí, la pagaba poco a poco como todo el mundo. Me acuerdo lo que me costó y todo la moto, 23.000 pesetas me costó la moto, nueva, una Derbi 49, nueva.

PRECARIEDAD:  

P: Tú eres muy optimista, pero yo me imagino que viste gente también de la Casa Noguera en peores circunstancias ¿no? teniendo que venir a trabajar

MLG: Sí, sí, sí, sí.

P: o, ¿qué recuerdas así?

MLG: Yo tengo ¡uff!, unos recuerdos de entonces cuando yo empezaba a venir a trabajar con los 14 años, que caían nevazos que no podías venir, tenías que venir andando. Entonces nos juntábamos todos los vecinos de la aldea, porque había mucha gente que trabajaba de allí, de la Casa Noguera, trabajaba en la fábrica, entonces a lo mejor te levantabas por la mañana y había un nevazo de medio metro, entonces se juntaban toda la gente mayor, y todos los chavales que venían a trabajar y nos veníamos todos juntos, abriendo trocha por ahí por al camino, por la carretera andando, y no teníamos el calzado ni la ropa adecuada que hoy día hay, ni mucho menos. Cuando veníamos a la fábrica, pues chorreando, empapado de agua, entonces tenías que secarte en el horno, bueno, bueno, sí tengo unos recuerdos, ¡claro! si es que tengo muchos años ya (riendo). Me acuerdo de muchas cosas. 

P: Sí se llegaba tarde, ¿no pasaba nada?

MLG: Hombre, sí, sí, ¡hombre! si era causa justificada, no pasada nada, pero si no.., claro, tenías que tener una causa muy justificada para llegar tarde, si no, claro.

P: Y de vuelta, ¿era tan duro como la ida?

MLG: ¿Cuándo volvía uno?

P: Cansado después de la jornada.

MLG: Bueno, cuando volvía, ¡claro! el que más y el que menos, pues tenía…, echábamos 8 horas en la fábrica, salíamos a las 5 de la tarde, y entonces pues a ayudarles a nuestros padres a las hortalizas, a segar, a trillar, casi todos tenían animales, a guardar los animales que había en la casa, todo eso. Yo en mi caso, pues ayudarle a mi padre en la resina, cuando salía ahora en este tiempo, que ya hay desde las 5 hasta las 9, pues ayudarle a mi padre en la resina.

ENERGÍA

P: ¿Y tú recuerdas el caz funcionando? El caz hidráulico.

FOTOGRAFÍA 3. El caz:    00:31:12                               

MLG: Sí, sí, sí. Claro que lo recuerdo y las máquinas, todas las máquinas funcionando, claro.

P: Y la electricidad ¿no? que generaban las turbinas. En tu casa tenía la luz del…

MLG: Del molino.

P: Del molino de arriba ¿no?

MLG: Del arroyo del molino.

P: Es el que os la daba a vosotros.

MLG: Sí. Dicen que fue la aldea que primero…, tuvo la aldea de la Casa Noguera tuvo la luz antes que el pueblo. Desde el molino venía la luz aquí al pueblo. Yo recuerdo que allí, teníamos una bombilla en la casa, una bombilla solamente, como…, ya no funcionaba ni el frigorífico, ni nada, allá no tenían frigorífico ni nada porque no daba para tener todo eso, entonces cada vecino tenía una bombilla y ya está, para alumbrarse.  

P: Y creo…, mi padre me cuenta que había además que ir cambiando, ellos tenían 2, una de más vatios y otra de menos porque según viniera la corriente.

MLG: Claro, la cambiaban, la cambiaban para que no se fundiese, sí, sí.

P: Para que no explotara. Muy bien. Y recuerdas, pero el caz por ejemplo, claro, tú no…, pero ¿quién lo cuidaba? que todo estuviera limpio para que pudiera seguir funcionando.

MLG: Sí, había unas personas que eran de mantenimiento, que era Heliodoro, que en paz descanse, el “Picacho”, aquí es que los apodos eran…, hay mucha gente que no sabe cómo se llama alguna gente, nada más que por el apodo se conocen, Heliodoro, el “Picacho”, su hermano, el hermano de Heliodoro, de los que estaban en la carpintería y estaban de mantenimiento de lo que era la empresa y también de mantenimiento del caz y todo eso.

P: Muy bien.

Y se limpiaba pues cada, cada, muy, muy, ¡claro! era muy importante tenerlo limpio porque si no se perdía el agua y no venía suficiente agua a las balsas para producir la luz. Entonces si yo estuve, algunas veces he estado limpiando el caz con ellos, cuando no había mucho trabajo en la fundición, pues te mandaban a otras secciones, entonces pues yo he estado limpiando el caz algunas veces con ellos, he estado en el almacén de mercaderías, he estado en el baño con Miguel, limpiando piezas, he estado en muchos sitios, dentro de la fábrica no solamente en la fundición en muchos sitios.

FÁBRICAS: 

SECCIÓN BAÑOS:  00:34:15

P: Miguel Cifuentes es el que estaba al cargo de…

MLG: De los baños. Sí.

P: De baños y de pulido. Y cuéntanos un poco con qué se bañaban los artículos.

MLG: Pues los artículos había baños, cubas, baño electrolítico, y se bañaban en esas pilonas, pues se daba níquel, se daba plata, oro, todo ese tipo de baños para el acabado de las piezas.       

P: Baños de oro también,

MLG: También

P: De esos se haríais menos.

MLG: Eso menos, eso menos, sí, sí, sí. Nosotros hemos llegado a fundir…, yo en la fundición he fundido plata, sí, se fundía plata, de toda la, de desechos de los  baños de plata, pues luego quedaban trozos que no se aprovechaban, todo eso lo fundíamos y se hacían lingotes de plata.

P: Claro, que se hacía aquello que encargaran ¿no?, lo que quisiera el cliente.

MLG: Sí, sí. Se hacía lo que el cliente pedía.

P: Eso se hacía, porque la diversidad de artículos era tremenda.  

MLG: Era tremendo sí. Luego había unos profesionales muy buenos.

P: ¿De dibujo te refieres?, o de…      

MLG: ¿Eh?

P: Profesionales…       

MLG: Profesionales, trabajadores de la empresa que eran muy buenos y cualquier trabajo que venía, se hacía, sí, sí, sí.                    

P: Cuéntanos un poquito, el trabajo por ejemplo del dibujo, del modelado, ¿quién lo hacía?

MLG: Eso lo hacía Juan, Juan Garví, “Piolo”

P: El “Piolo”.

MLG: En el tiempo que yo estuve ¿eh?, yo, todo el tiempo…, y trabajábamos codo a codo con la fundición porque ¡claro! el modelista tenía que saber cómo se trabajaba en el fundición para preparar el modelo de una forma o prepararla de otra, con las cajas de machos con todo ese tipo de cosas, siempre en conjunto con el modelista trabajaba la fundición.

P: Vale. No sé si me estoy quedando aquí alguna cosa, ¿tú no quisiste acceder a estas casas de la fábrica que se vendían, no te hizo falta, o es que no pudiste?      

MLG: No, porque…, vamos a ver, no porque estaban todas ocupadas, estaban todas ocupadas, cuando yo me casé, no, no había casas de esas estaban ocupadas todas. Sí, entonces bueno, pues me casé y nos buscamos la vida, hasta que poco a poco nos, de novios, nos fuimos haciendo, me fui haciendo mi casa, y todo eso igual que esto, primero igual que aquí, pues primero monté la nave aquella y después pues eso con la ilusión que tienes cuando eres…, pues de crecer, de crecer, y entonces pues luego después pues fui…, hice todo, todo lo demás que tengo aquí.

Toda mi vida dedicado a esto, toda, y no 8 horas, las 24, las 24 horas.

P: Porque luego los problemas se van a casa contigo también.

MLG: Sí, sí, sí. Claro, claro. Aquí no se desconecta, aquí no se desconecta. Para decirte que hasta incluso el domingo en cuanto me levanto, tengo que venir aquí.

P: A pensar.

MLG: Porque si no vengo parece que me falta algo. Me creo que me han robado o que me han entrado a robar, porque ya me entraron y me robaron, y ¡claro! no sé, ya yo tengo…, lo primero que tengo que hacer es venir aquí. Vengo doy una vuelta, veo que está todo en orden, ya me voy más tranquilo, entonces parece que des conecto un poco, pero cuando, después de comer ya otra vez pensando en el lunes.

RELIGIÓN: 

P: Hablando de domingos, ¿cómo era?, ¿cómo vivisteis en esa época de los años 70, 80 el tema de la religión en la fábrica, por ejemplo?

FOTOGRAFÍA 4. Iglesia vieja en la parte inferior:        00:36:55

FOTOGRAFÍA 5. Iglesia nueva encima de la otra:         00:37:01                                

Bueno ya existía la iglesia nueva ¿verdad? 

MLG: Sí, ya existía, bueno es que no sé cuándo se hizo la iglesia nueva.            

P: Sí, yo creo que en los años 70.

MLG: ¿En los años 70?

P: Claro. Un poco, ¿cómo vivíais esto?, ¿el domingo se iba a misa?, ¿no?

MLG: Sí, sí, sí, aquello era imprescindible, había que ir a misa, sí, sí, sí, sí. Eso es lo que a mí me inculcaron desde chico, y a todos los que de mi edad, se acordarán como yo, de que los domingos había que ir a misa, sí, sí, y después de misa había que parar en el bar de los Serrano a tomarse unos calamares y una cerveza (riendo).

P: Muy bien.

P: Pues nada, solo ya darte las gracias Maxi por tu elocuencia, por todo lo que nos has contado y por tu trabajo, porque eres el que mantienes viva la tradición de la fundición en arena en Riópar.

MLC: Sí, en Riópar y en otros muchos sitios, porque sí la verdad es que tenemos muchos clientes de fuera y, que ya nos conocen de hace muchos años y bueno pues sí, esa es la satisfacción que uno tiene, cuando tanto tiempo le has dedicado a esto, que bueno hay gente, mucha gente ya a nivel nacional que te conoce, y bueno te conoce pues será porque no sé, las cosas se hacen bien, creo yo, si no… Es uno serio, es formal, y trabajas bien, no hay otra, para tener un poco de…, (riendo), para triunfar un poco.

P: Sin duda.

MLG: Si no, no triunfas.

P: Pues que sea por muchos años.

MLG: ¡Ojalá!, ¡ojalá!

P: Muchas gracias Maxi, aquí terminamos.

MLG: Gracias.                                                                     

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