Celestino Valero Giménez

Celestino tiene 93 años y ha vivido toda su vida en la Ribera, en Cubas en una casa-cueva. Nos relata cómo ha ido cambiando la aldea hasta la actualidad. Nos habla de su infancia durante la posguerra, como sobrevivieron gracias a las huertas y a la caza, pese a estar prohibida, lo que le supuso diferentes encuentros con la Guardia Civil. Se han criado a orillas del río Júcar, donde nos cuenta historias de la pesca del cangrejo, de los ahogados y la riada de 1941.

Fecha de entrevista: 01/07/2021

Comarca: La Manchuela
Municipio: Jorquera
Provincia: Albacete
Pais: España
Año Nacimiento: 1927
Género: HOMBRE
Entrevistador: Antonio Lucas (Producciones Bressol)

TRANSCRIPCIÓN EDITADA
CELESTINO VALERO GIMÉNEZ


PERFIL:

Celestino tiene 93 años y ha vivido toda su vida en una casa-cueva de la Ribera de Cubas. Nos relata cómo ha ido cambiando la aldea hasta la actualidad. Nos habla de su infancia durante la postguerra, cómo sobrevivieron gracias a las huertas y a la caza pese a estar prohibida, lo que le supuso diferentes encuentros con la Guardia Civil. Se ha criado a orillas del río Júcar, donde nos cuenta historias de la pesca del cangrejo, de los ahogados y la riada de 1941.


00:05 - CELESTINO VALERO GIMÉNEZ - 93 AÑOS

 - CUBAS

Celestino Valero Giménez.

Entrevistador: ¿Que cuándo nació usted, en qué año nació usted?

El día 27…, o sea, nací el 26 de 1927.

Entrevistador: ¿Entonces, qué edad tiene ahora? ¿Cuántos años tiene ahora?

93 años

Entrevistador: ¿Dónde nació?

El 26 de diciembre

Entrevistador: ¿Dónde?

Ahí abajo, en la casa del Peñón, que ponen, aquí en la Ribera, ahí a unos 200 metros de aquí.

 - FAMILIA

Mi padre, pues ya no sé, también nació en la Ribera, ¡claro!, y la madre también nació en la Ribera, sí. ¿En qué trabajaban?, pos en los cereales y en la huerta, en el campo. Las tierrecillas que tenían pos las iban aviando y una huerta que pone Huerta de la Centinela.

¿Hermanos?: cinco hermanos y dos hermanas, ¡claro!, eran 6 porque 1 murió de 3 meses, o sea, de 33 meses, y los demás todos han muerto, queda una hermana y yo. Uno murió de 36 meses, el otro murió de 32 años, el otro murió de 55, el otro murió de 59, el otro murió de 72 y la hermana de 63. Mira, la memoria la tengo buena y la memoria no me se olvida.

Entrevistador: ¿Ha vivido toda la vida aquí en Cubas?

¿Quién, yo? Sí, sí. He vivido aquí en Cuba 93 años.

 – EDUCACIÓN  - ESCUELA – LA ESCUELA

¿A la escuela? Hombre, ¡claro que estuve! Y me pilló la escuela en tiempo guerra. A la escuela sí, estuve con una maestra de Madrigueras, doña Resolución, no si a mí no me se olvidan las cosas. Y mi mujer hace que ha muerto 4 años y 7 meses, y murió de 87 años, 4 meses con 4 días.

¿Y cómo era? Pos una cosa como esto. Iba a la escuela, nos asentaba la maestra que no cogíamos en unas escaleras que tenía allí en la escuela, y es que entonces, íbamos aquí a la escuela, aproximadamente, cuando yo iba, unos 60 o 70.

Entrevistador: ¿En una clase todos, todos juntos?

Todos juntos sí y gracias, gracias que nos tenían todos juntos. Que había una maestra y el marido de la maestra, le ayudaba a él, es que éramos aquí entonces 180 o 190 vecinos, y casas de 10 la mayoría. ¡Ea! en mi casa 10, ca mi suegro 10, ca de García otros 10, bueno, varios, varios, allí en 4 casas, había allí 50 personas.

Pues no sé el tiempo que estuve, sí estuve, hasta los 13 años estuve yendo la escuela.

 – URBANISMO – VIVIENDA - LA CASA FAMILIAR

¿Cómo era? Pos una casa maleta.

Entrevistador: ¿Explíqueme eso?

Que tenía una habitación y luego se hizo otra que dormíamos allí, por lo menos 6 o 7 en la misma habitación, había dos camas que nos pusieron, pero con poca ropa ¿sabe usted?, es que entonces, poquita ropa, ¿eh?

 – ENERGÍA - ILUMINACIÓN - LA LUZ EN CUBAS

Nos alumbramos algunas veces, ¿sabe usted con qué?, con un petróleo de esos de gasóleo, y un candil y el carburo cuando ya, era mejor y luego ya con una botella de butano nos alumbrábamos. ¿Cuántos años llevará la luz aquí?, sobre 40..., más, más. Pues yo sí me puedo acordar casi..., unos 47 años o algo así lleva la luz aquí, porque el padre, mi padre hace que murió 49 años, y pusieron la luz, una luz que decían: “la luz del chupachup, un día va pá arriba y otro día va pá abajo”. Una centralilla que pusieron que no daba luz y le echaron el cuento ese, que si un día va para arriba y otro día va para abajo, desmandonao ¿sabe usted?, luego ya se encargó la Hidro pusieron una línea y ya se encargó, y hace eso que yo le digo sobre los 46 a 47 años que tenemos la luz.

 – TRABAJO – PRECARIEDAD – OFICIOS

Ande a trabajar y a trabajar bastante, ¿sabe usted?

Entrevistador: Cuénteme, ¿en qué?

¿En qué? Yo he trabajado en todo. Si le cuento las cosas. No, no he parado en todo el día de contarle cosas de donde yo he trabajado. Yo he trabajado en las huertas, yo he trabajado segando en este…, en Murcia, he segado en Sigüenza, he segado en Cuenca, de esto que se segaba a mano, ¿sabe usted? Y aquí, aquí sin parar, aquí sin parar de decir. Y he hecho cuevas de champiñón. He tenido tienda, ¿sabe usted? de comercio y he vendido sardineta, he vendido cangrejos, he vendido champiñón. Yo, me traían unos señores el pescado y salía con mi moto y vendía una caja o dos de sardinas, ¿sabe usted? Me daban 10 u 12 pesetas, según, así es que, y he estado en la central trabajando por 2,50.

Entrevistador: ¿En la central?

En una central de ahí de Moranchel que ponen. He estado ahí trabajando, era bien pequeñico y me daban 2,50.

 – PRECARIEDAD – HAMBRE – LA POSTGUERRA

He pasado mucha gana también ¿sabe usted?, sí, yo he pasado bastante, bastante, ¿para qué voy a decir que no? No es como otros que dicen: “¡Ay!, yo no he pasado gana”, pues yo sí, yo he pasado lo que me ha tocado. Y al terminar de la guerra. ¡Madre mía!, de miseria y de cosas, era un desastre, ¿sabe usted? Mal, mal, mal, mal, porque no había para comer ¿sabe usted? Los padres no tenían y no nos podían dar. ¿Y qué vamos a hacer? Nos daban lo que podían, ¿sabe usted?

 – HISTORIA – MUNDO RURAL - ENCUENTRO CON LA GUARDIA CIVIL

Hará esto 70, 74 o 75 años. ¡Claro!, cosa que me gustaba, nos íbamos a cazar, ¿sabe usted?, a un sitio que no, usted no…, si hubiésemos podido ir para el Cañahorro le hubiese dicho toda la…, me acuerdo de todas las parcelas y de todo del Cañahorro. Bueno, que nos vamos a cazar el día de Santiago, allá a las 12 u cosa así, hacemos ya para venirnos mis dos hermanos y otros dos más, cuando llegamos a la boca del Cañahorro y la Guardia Civil, ¡pam!, ¡pam!, nos tira 3, 5 tiros que llevaba el fusil nos tira, ¡hombre!, si quisiera nos hubiera matado. ¿Pero yo qué hago? A mis hermanos y eso y a los otros los dejo y salgo corriendo para arriba, ¿sabe usted?, cuando me tropiezo al cabo primera en la cañada que no podía salir para ningún sitio, y va a echarme la mano..., ¡madre mía!, vuelvo pá atrás otra vez corriendo, ¿sabe usted?, me tiró otros 5 tiros, el cabo dice: “que te mato”, pero yo no me paré y salgo para atrás, el otro guardia que asomaba y este que me pilla, me meto en una boca de la zorras, un agujero, ¿sabe usted? del peñasco que había, me meto allí cuando de seguida el otro, el que me corría baja para abajo y estaban mis hermanos y los otros allí: “alto”, y los hizo bajar así con las manos arriba, pero yo estaba escondido, ¿sabe usted?, y va al otro…, a un señor de aquí, a pegarle  y le pega una hostia, el guardia le pega y va a pegarle al otro y se agacha, ya no le dio ¿sabe usted?, va a pegarle a un hermano mío, dice: “oiga usted, que yo soy soldado”, iba vestido de soldado y no le pegó, y ya iba a pegarle a otro de, se quedaron allí 4, va el otro a pegarle y dice: “oiga usted, mi padre es el juez en Jorquera, usted denuncie, pero a mí no me toca usted”. Nada y no, y no los denunció. Pues se vienen y se ponen en el puente, ¿sabe usted?, y yo no puedo pasar. ¿Sabes qué es lo que hago?, me echo al río, con los conejos en la cabeza y la ropa, me echo al río, y me cruzo a mi casa y me acuesto. Y luego vienen mis hermanos, dice: “padre, ¿y Celestino?”, “¿Celestino?”, dice: “está aquí acostado”, “¿por dónde habrá pasado?”. Yo me eché al río, ¿sabe usted?

 – PARAJES NATURALES – RÍO – NADAR EN EL RÍO

Entonces estaba mejor el río para cruzar, porque yo nadar he nadado bien, ¿sabe usted? Sí, y me he echado por el río yo solo, me he ido al Cañahorro y he bajado río abajo yo solo nadando. Y de noche he cruzado también por el río, de noche nos hemos ido los mozos por ahí y hemos llegado y hemos cruzado el río, nos hemos tirado al río, ¡madre mía!, al mediodía, allí en un puente que hay que aparece…,¡en fin!, allí…, pero como nos parió…, entonces, como nos parió la madre. Pues entonces allí nos bañábamos 14 o 15, allí en el río. Nos subíamos a una piedra que había, pam, pam uno detrás de otro y caíamos algunos encima de los otros.

 – PARAJES NATURALES – RÍO – MUERTE - AHOGADOS EN EL RÍO

Allí y allí se han ahogado dos. Allí se ahogó uno de Bormate y el del Moreno, ese si lo conocías tú, el del Moreno a donde nos bañábamos.

 – PARAJES NATURALES - EL PARAJE DE CAÑAHORRO

El paraje del Cañahorro, pues allí…, casi me he criado allí ¿sabe usted? Allí han muerto, o sea vivían mis abuelos y otros señores y en cada casa eran 12, 10 de cada casa hijos, y los padres 12, allí en ese, porque no podemos ir, pero aquel paraje es muy bonico.

Entrevistador: ¿Dónde está?

Eso está por ahí enfrente, y mire usted allí en el Cañahorro ¿sabe usted? hay unas Cuevas del Moro, que una, al reflejo de la luna, se ve una..., una calavera pintada que tú eso no lo sabes tampoco. En la casa del tío espatarrao se ve, en la Cueva del Moro, unas calaveras pintadas, arriba en el peñasco, en medio del peñasco, están hechas. Eso es que dicen que antiguamente esto era una selva y bajaban los lobos de los que había, y se tenían que subir a acostarse a la cueva, porque ha habido cuevas aquí con escaleras, ahí abajo había unas escaleras y escaleras con cordeles, ¿sabe usted? bien hechas para subirse, y se subían y se acostaban arriba, por el miedo. La gente que era, esa ya no, esa ahí no puedo dar yo explicaciones. Eso tenía que ser de cuando antiguamente, es que tú no sabes en el Cañahorro, también cuando han estado picando y sacaban unos letreros, y allí en una piedra con unos letreros y ande estuvieron picando en la presa de la Villa, el tío Juanico y ese se encontraron una orza para dentro, una orza en la cueva para dentro, una orza y se ve que algunas monedejas había.

 – AGRICULTURA – REGADÍO – REGAR LA HUERTA

Las huertas con el agua del río, sí la toman ahí, se toma ahí arriba, a kilómetro y medio de aquí. Se toma el agua esa de la acequia para regar, esta agua va a La Recueja, riegan en La Recueja desde aquí. Con el que desde que yo me acuerdo, con la presa, esa que dice la presa, la presa de la Villa.

 – RELIGIÓN – VIRGEN - LA VIRGEN DE CUBAS Y LA GUERRA CIVIL

Es que cuando la quemaron, fue por el año 19…, 1937, cuando la quemaron. Era pos, vinieron de un partido, unos que eran de otro y otro de derechas y los otros vinieron acá, iban quemando todos los santos. Pos a la Virgen la cogieron y la escondieron debajo de una alcantarilla y vino el otro y la sacó y la echó a lumbre, ¡ea! que la quemó. Y a otro día uno que le decían “Colín”, que no me se olvida tampoco, quedaban los santos y nosotros estábamos allí, los saca para quemarlos, y el tonto les dice: “daros a correr ahora”, cuando los estaba quemando, eso no me se olvida a mí, ¿sabe usted? cuando estaban los santos los puso allí, y les pegó fuego y entonces les dice: “daros a correr ahora”, el tío aquel también, que entonces era una calamidad. Y tiros, y venga tiros, comenzaban allí a tirar tiros. Aún se conocen en las puertas, porque los han tapado, los tiros que tiraban ahí pasaban las puertas y todo, entonces era una calamidad, ¿sabe usted? Y el que te descuidabas y ese te daban algún tiro. El niño de la Virgen, el niño lo escondió Afrodísio y se lo llevó a su casa y cuando se terminó la guerra lo sacó, ¡claro!, lo sacó y ya lo hicieron alcalde y todo a él, como el hombre ese había guardado el niño, ese fue Afrodísio, no creas que me se olvida.

Cuando eso, se fue toda la gente para el Cañahorro porque había un tiroteo ahí, en un sitio que le dicen Balasteguí, ahí no sé si mataron 2 o 3, ahí mataron, sí. De un lado al otro..., de un partido al otro, ¿sabe usted? y aquella gente desde las ventanas, tiraban a los que venían, tenían colchones de lana para que las balas que vinieran no pasarán a ellos, tenían unos colchones de lana, ¡claro! y la bala al llegar al colchón de lana no pasaba, y aquí toda la gente se fue de aquí, para el Cañahorro y para donde podían, y la abuela Carmen dijo: “yo, si me matan que me maten, pero no me voy”, que había un tiroteo, ¿sabe usted?, ¡madre mía!, que de eso sí me acuerdo yo. En el Cañahorro dormí, allí en ca mis abuelos.

 -  HISTORIA – MUNDO RURAL - CAZA - LA CAZA Y LOS GUARDAS

Si a mí me han corrido los guardas, ¡bueno!, como me ha gustado la caza, me han corrido los guardas y todo. Nos vamos yo y un muchacho de aquí, nos vamos a cazar y me meto para el coto, Julio y yo con la moto que yo tenía, este Julio, sí. Y dejamos la moto en un sitio arriba y el guarda nos estuvo viendo y nos metemos a cazar y a la que.., ¡claro!, estaba el tío escondió en..., para pillarnos ¿sabe usted?, pero yo, como sabía más que Julio digo: “oye, yo no voy a subir, sube tú solo”,  cuando sube él solo a la moto y la moto era mía, sube: “¡alto!” el guarda, ¡ea!, dice: “¿de dónde se viene?, dice: “yo de mi casa”, dice: “usted ha estado cazando, y el otro ¿dónde está?”, “yo he venido solo”. Pero yo quise esconderme antes porque le dije a él: “sube tú”, si subimos los dos nos había pillado y así no me pudo pillar. Yo me vine por unas lomas por ahí y a la que me vengo, el otro se bajó con mi moto y por aquí me estaba esperando. Yo me bajé y ahí enfrente me subo a una noguera, y la caza que tenía yo, que la traía, la dejo colgá y la escopeta y me vengo por si acaso en el puente me estaban esperando, ¿sabe usted?

Sí, hace poco dejé de cazar ya porque tenía miedo, no, no me cayera por la loma, ¿sabe usted?

 – HISTORIA - MUNDO RURAL - LA CAZA Y EL BURRO

Tenía un burro, ¿sabe usted? que me montaba en él y aquello.., he llegado a matar avutardas desde el burro, avutardas desde el burro. Estaba segando y veo la avutarda en el nido, ¿y qué hago?, me monto en el burro y voy montado y a la que llego cerca de donde estaba el animal le digo al burro: “souu”, ¡pom! le tiro, y la mato desde el burro. Y del burro me dijo un Guardia: “me duelen a mí los cojones de que este hombre lleve la escopeta siempre en el burro”. Yo la llevaba siempre en el burro, iba montado, veía a los animales desde el burro y ¡pam! He matado las liebres desde el burro, no crea usted que…, las he visto en la cama, he subido con el burro y el burro, pues ¡claro!, iba a decir, y tenía un perro que le decían Envidioso. El perro aquel se tiraba a la caza cuando sea. Pues luego ¿te acuerdas la mula roja que teníamos? Me monto en la mula y vamos también para el Cañahorro, un día veo las grajas, le tiro, ¡madre mía!, iba montado en la mula, comenzó la mula a brincos y casi me estampa. El burro no, el burro no se entrometía, el burro estaba hecho, ¿sabe usted?, y aquel..., pero la mula sí me vi de jodido.

 – HISTORIA - POSTGUERRA

Si al terminar de la guerra, que no les he contado también, subimos a un sitio que le dicen aquí el Sabinar, y porque no…, el hombre ese tenía 3 fusiles y 1 carabina, y se las quitamos los 3 fusiles y salíamos de noche con los fusiles nosotros, íbamos a ver, si subimos para arriba un cuñado mío y otros dos, subíamos formados con los fusiles por la cuesta y subimos y estaba aquel hombre acostado en la era, y ¿por qué no?, uno le dice: “¡eh!, no se estremezca usted, eche usted ahora mismo aquí cebada”, cago en Dios, el hombre aquel que era de Ledaña, que era el mayordomo de…, ¡claro!, y era el mayordomo y tenían, el trigo o la cebada, o lo que fuera. Sabe usted que, ¡claro! está el otro con el fusil así, el hombre no se…, no se estremeció y dice: “carguen, carguen ustedes lo que quieran”. A otro día por la mañana, el tío se las toca pá Ledaña, por eso le digo a usted que ese... Luego, nos traemos los fusiles, los bajamos, los escondemos en un hoyo de basura que había, porque no las gallinas lo escarban y viene la Guardia Civil, gracias que no se arrimó ¿sabe usted? Nos mandan razón: “¡ah! suban ustedes los fusiles ahora mismo, aquí al Sabinar”, los tuvimos que subir de noche y echarlos por una pared al corral.

 – PARAJES NATURALES – RÍO - PESCA - LA PESCA DEL CANGREJO

Al cangrejo, me ha gustado a mí toda mi campaña. Al cangrejo, verá usted, le voy a contar, en una tarde, en dos horas, mi mujer, esto hace 40 años o más, en dos horas se ganó 17.000 pesetas, ya ve usted, entonces, los cangrejos que pesó, 200 kg de cangrejos. Venía un hombre de Cuenca, que le decían Morillas, que no crea que me daba 10 pesetas por cada kilo. Viene, y viene otro de Ciudad Real, que le decían Santiago, dice: ¿me podría vender usted cangrejos?, digo: “pos sí”, “¿qué me va a dar a usted de comisión?”, “75 pesetas”, por kilo que se compraba, es que se valían a 700 pesetas el kilo de cangrejos entonces. Y por eso le digo que se los di al de ese, ¿por qué no?
El Guardia aquel era muy malo, pero de las Casas de Juan Núñez. Vienen, venía el cabo primera y el Guardia, dice: “¿podemos tomar aquí un bocado?”, y los pasé adentro para la habitación adentro a los hombres, y le digo…, el que era de Ciudad Real, se echó las manos a la cabeza y dice: “esto es mi perdición”, porque si lo denuncian, ¿sabe usted? con los cangrejos que…, Bueno, que salen los guardias, digo: ¿quiere usted un puñado de cangrejos?, dice: “pos sí”, le da un puñado de cangrejos, le echa una bolsita y se va el Guardia para las Casas, que eran de las Casas y era el alcalde el primo Kiko, dice: “calla, tu primo se hace de oro allí”, dice: “tenía una cesta de cangrejos”, dice: “que aquello”…, pero a mí no me denunciaron, ¿sabe usted? Se los tuve que sacar a Bormate. ¿Sabe usted Bormate dónde está?, porque los forestales vinieron y dice: “este señor no puede vender cangrejos”, y yo me llevaba muy bien con los forestales, pero ya digo: “pero bueno, como no va a ser”, digo: “si el otro, el Morillas, me da 10 pesetas y este me da 75”, dice: “que no haga más aquí, aquí en la Ribera”, pero yo cogía un coche que tenía, el 600, me iba a La Recueja, a Jorquera y los recogía, ¿sabe usted?, y se los tenía que sacar ahí donde le digo, a Bormate, y de ahí pá allá, decía: “de aquí pá allá ya no tengo miedo”, iba a Madrid a venderlos aquel tío. Yo que sé aquel cangrejo era muy bueno, era muy bueno, ¿sabe usted?, aquel se vendía mucho, y aquí entonces se pescaba mucho, ¡bueno que si se pescaba!, ¡claro!, el que pescaba y valían a 700 pesetas y se sacaba los kilos y se ganaba.

Entrevistador: ¿Pero estaba prohibido?

No, no, no, no, no. Estaba prohibido sacar el pequeño y había que sacarlo de 8 cm en adelante, había que sacarlos, tenías que llevar el metro y medirlos, cangrejos que sacabas, y siempre, ¡claro!, alguno se escapaba que era pequeño y venían los guardias. Una vez un Guardia, me llevaba yo bien con aquel cabo, dice: “no, Celestino extiéndelos”, y comenzó a medírmelos, dice, luego, dice: “te los he medido porque había aquí mucha gente pescando”, dice: “para que vieran que te los medía”.

 – PARAJES NATURALES – RÍO – MUERTE - AHOGADOS EN EL RÍO

Sí, y este río es muy traicionero. Este río es muy malo, porque llegas a un sitio que lo ves ya casi parado, pero ahí debajo, se cuela que hace unos remolinos y pasa por debajo y hay que tener mucho cuidado, en este río hay que tener mucho cuidado. Se han ahogado mucha gente, muchas, que yo sepa, bueno, lo menos, de 20 se han ahogado, se ahogó una prima hermana mía y un chiquillo. Se montan en la barca, se vuelca la barca y el chiquillo y ella en el río y se ahogan, ¡vaya!, y estuvo lo menos dos días o 3 para sacarlos ¿eh?, y no se quitaba la Guardia Civil del río allí para sacarlos en la presa de la Villa, ahí arriba. Sí, ahogarse se han ahogado varios ¿sabe usted?, que yo sepa, varios, varios.

 – PARAJES NATURALES – CATÁSTROFES NATURALES - RIADA DE 1941

¿Que si me acuerdo de riadas fuertes? La que vino en el 41 llegaba el agua aquí dentro. ¿Qué se cree usted? Si no, que le pregunten. Aquí dentro llegaba el agua, que si he visto fuertes. He visto, pues por aquí esa fue la más fuerte y pasó, llegaba de aquí todo esto para estar enfrente todo.
Vino una riada que aquello..., Vino la riá, comenzó a subir por la noche, y va uno y dice, y yo ya estaba acostado, dice: “Celestino, levántate”, dice: “que viene la riada”, y yo bah.... Bueno, que viene la riá, que subía el agua, por varios sitios, por ahí llegaba a la carretera y aquí se llegó ahí a subir el agua. He visto lo menos 3 riadas fuertes, ¿sabe usted? He visto, como tanto tiempo tengo, pues ¡claro! La que yo le digo a usted se llevó molinos, todo, todo, puentes y todo, todo. Yo estaba en el Cañahorro, tenía 12 años yo, y estaba en el Cañahorro y venía del Cañahorro y subía para la rambla arriba, subía. Arrancaba las haces de caña que llevaba, maderas, bueno llevaba eso una fuerza ¿sabe usted? por las huertas que todos los dobló, el molino, salió el molino volando, el puente y todo, llegó al molino, cuando pongo las techumbres que no me se olvida, y veo las ratas por encima de la techumbre, de los cañizos que había entonces. Y todos, los dos molinos que había, los 3 molinos de Alcozarejos, este y el de Maldonado, esos se lo llevó y los puentes también. Teníamos que ir a pasar por Jorquera, por el puente de Jorquera, que esto no podíamos pasar, a mí me pilló en el otro lado, y no podía venir a mi casa, hasta otro día y en el otro lado, pues ya nos dieron…, había allí unos vecinos y nos dieron de cenar y de acostar en un pajar.

 – EDUCACIÓN – ESCUELA - LAS CUENTAS DEL ACEITE

Le eché la cuenta a la maestra, ¡claro! la maestra la sacó pero haciendo números y le digo a la maestra digo: “mire usted”, digo: “yo se lo hago con menos números”, digo: “si nos dan 20 libras por cada 50 kg”, digo: “lo pone usted 40 por 20”, digo: “y salen las libras justas los 50, si hay 10.000 kilos de oliva y lo pongo por 20 lo que dan, 20 por 40. Es que yo he sido aceitero, yo he estado haciendo oliva en Ledaña, en las Navas, en Mahora, en Golosalvo, por todos los sitios he estado con la oliva y la llevaba para la almazara, como eran parcelicas pequeñas,  el uno: “tengo 200 kilos”, pos enseguida yo le hacía la cuenta y se la sacaba, la multiplicaba, por lo que me dabas, si me daban por 21 por 42. 245 kg por 21 que me dan 21 de cada 50, 102’90 libras.

 – EDUCACIÓN  - JUEGOS -  EL FRONTÓN DE CUBAS

¿Qué le voy a contar yo del frontón? Si yo he estado allí jugando a la pelota, yo he ganado más partidas que he perdido, porque las ajustaba para poderlas ganar. Había unos que jugaban mucho más que yo, digo: “no, tú juega con la izquierda solo”, y he ganado muchas partidas. Nos pusieron a mí a Juan Jesús y al abuelo Seto, nos pusieron los Mosqueteros, porque ganábamos casi todas las partidas, si no las ajustaba yo y no me gustaba no jugaba. Eso lo hacíamos a juegos, a los 6 juegos, y eran de 4 pelotas, pero tenías que hacer 4 antes que ese. Que hacías, que quedabas a 3, tenías que darle otra vez, y luego ya lo hacíamos por pelotas, a 22 pelotas, el que antes las hacía ganaba. Es que este frontón era 3 a 3, porque dos es muy ancho y no sé, cuando se jugaba se hacía el frontón partido con una raya y que se. Pero, ¡ay, madre mía!, pos no he jugao ni ná de veces Dios mío.
En una cueva que había pá dentro se colaban las pelotas y había que meternos en una cueva por una regata y las que no caían a la acequia y se asoraban. Ahora no, ahora han puesto una malla alta, doble, la puso el nieto, Celestino, pusieron una malla y encima de la otra malla, la otra más alta, para que, para que las pelotas entrasen a las 1.000 y cuando cae una a la acequia, antes es que estaban a todas horas en la acequia.
Entonces yo tenía un hermano que jugaba mucho a la pelota, la que pillaba así por el medio casi iba a la acequia, ¿sabe usted?, sí. Estuvieron jugando en Madrid todo a la pelota, un hermano mío y otro que le decían Horacio, el vecino de ahí sí.

Duración entrevista: 39:22

Bookmark and Share

Arriba Enviar a un amigoEnviar a un amigo Volver AtrásVolver Atrás

 PresentaciónTemasBúsquedaRetratosCEDOBIProyectosNormasContactoEnlaces | Mapa Web | Aviso Legal | Política de Cookies
Instituto de Estudios Albacetenses "Don Juan Manuel" - 2015
Esta página esta optimizada para navegadores Chrome, Internet Explorer 9 y Firefox 4.0
Diseño y Desarrollo web Im3diA comunicación